Hace cinco años, el 29 de febrero de 2016, un caso conmocionó a toda Rusia: la niñera Gulchejra Bobokúlova, oriunda de Uzbekistán, decapitó a una pequeña de cuatro años identificada como Anastasia y salió a las calles de Moscú con la cabeza cercenada a exhibirla con los brazos en alto.
La mujer fue recluida en una clínica psiquiátrica y este viernes se conoció que recuperará su libertad. La familia de la niña ahora teme por su vida: «Mi familia no puede sentirse segura si en el futuro Bobokúlova me encuentra a mí o a mi otra hija. Durante la investigación, ella declaró que tenía la intención de matar a toda nuestra familia», advirtió Ekaterina Mescheryakova, madre de la niña, según The Sun.
Si la asesina lanzó esa amenaza, ¿por qué quedará en libertad? Cuando Gulchejra Bobokúlova salió con la cabeza de la niña en alto invocó a Alá, amenazó con inmolarse y aseguró que lo había hecho para vengarse de los bombardeos ordenados por Vladimir Putin contra Siria. También se dijo que la mujer tenía nexos con grupos terroristas. Sin embargo, el 3 de marzo de 2016, los investigadores desmintieron esos vínculos y se informó que Bobokúlova sufría esquizofrenia, según reportó en su momento la agencia Sputnik. Por esa razón la internaron en una clínica psiquiátrica
Unos meses después, el 28 de julio de 2016, el juez del caso dijo que la mujer no estaba en sus cabales cuando cometió el crimen y la declaró demente. En noviembre de ese mismo año la declararon inimputable y ordenaron un tratamiento psiquiátrico, según lo que reportó entonces Sputnik.
Y ahora, según The Sun, psiquiatras rusos dicen que la curaron del «desorden psiquiátrico crónico» por el que, según ellos, la mujer decapitó a la niña.
Aún no se conoce la fecha de su posible liberación.