La reina Isabel II cumple 95 años este miércoles, cuatro días después de enterrar a su esposo el príncipe Felipe, sin ningún tipo de celebración pública en el que fue su primer cumpleaños sin él en más de siete décadas.
En un momento sombrío para la monarca, aún en periodo de luto tras haber perdido al hombre con el que estuvo casada 73 años, su cumpleaños -que habitualmente se marca con disparos de salvas y la presentación de un nuevo retrato- debía celebrarse este año de forma exclusivamente privada en el castillo de Windsor con la visita de miembros de la familia real.
«La reina quiere aprovechar el buen tiempo para reunirse con los miembros de la familia y pasear a sus dos nuevos cachorros de corgi, Fergus y Muick», dijo una fuente real al diario Daily Mirror. «Tiene muchas ganas de ver a su familia, que ha sido un gran consuelo para ella», añadió.
Boris Johnson le envió sus «mejores deseos». «Siempre he sentido gran admiración por Su Majestad y por su servicio a este país y a la Commonwealth. Estoy orgulloso de ser su primer ministro», tuiteó el líder conservador.
Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, fallecido el 9 de abril, dos meses antes de cumplir los 100 años, se habían retirado a Windsor, un castillo casi milenario situado unos 50 km al oeste de Londres, desde el inicio de la pandemia.
La muerte allí de Felipe, al que ella había descrito como su «fuerza y apoyo», dejó un «enorme vacío» en la vida de la soberana, según uno de sus hijos, el príncipe Andrés.
Debido al coronavirus, se canceló al igual que el año pasado el gran desfile militar que se organiza todos los años como celebración del cumpleaños de la monarca en junio, para aprovechar el buen tiempo pese a que este tenga lugar el 21 de abril.
El evento, conocido como «Trooping the colours» (marchar con las banderas) y originado en preparativos bélicos del siglo XVIII, suele reunir a cientos de militares y miles de espectadores.
Mensajes de consuelo
La reina Isabel II se declaró «profundamente conmovida» por los mensajes recibidos tras la muerte de su esposo, el príncipe Felipe, en un mensaje difundido el miércoles con motivo de su 95 cumpleaños, el primero que celebró sin él en más de siete décadas.
«Aunque como familia nos encontramos en un periodo de gran tristeza, ha sido un consuelo para todos nosotros ver y escuchar los homenajes rendidos a mi marido, tanto en el Reino Unido como en la Commonwealth y en todo el mundo», aseguró la monarca en un mensaje difundido por el Palacio de Buckingham. Agradeciendo «el apoyo y la amabilidad mostrada en los últimos días», se declaró «profundamente conmovida».