Alrededor de 230 millones de indios cayeron en la pobreza debido a la pandemia de coronavirus, siendo los jóvenes y las mujeres los más afectados, mientras que la segunda ola de contagios amenaza con empeorar las cosas, según un estudio.
El riguroso confinamiento durante meses en India dejó a unas 100 millones de personas sin trabajo, según el informe de la Universidad Azim Premji, con sede en Bangalore, y alrededor del 15 % ha sido incapaz de encontrar un empleo.
Las mujeres están en peores condiciones, con una tasa de 47 % de desempleo después de que se levantaran las restricciones por el coronavirus, según el estudio.
El informe, que definió a las personas en la pobreza como las que viven con menos de 375 rupias (5 dólares) por día, precisó: «Aunque los ingresos cayeron en todos los ámbitos, la pandemia afectó mucho más a los hogares más pobres».
La tercera economía más grande de Asia ya sufría una desaceleración prolongada incluso antes de la llegada de la covid-19.
Muchas familias hicieron frente a las pérdidas de ingresos gastando menos en alimentos y endeudándose, y un alarmante 20 % de los encuestados reveló que su ingesta de alimentos no había mejorado ni siquiera seis meses después del inicio de la pandemia.
El cierre patronal del año pasado desató un enorme éxodo de millones de trabajadores migrantes que regresaron a sus aldeas, y muchos planeaban regresar después de que la economía se reabriera. Pero una de cada tres personas menores de 25 años no pudo encontrar un nuevo trabajo tras perder su empleo debido al confinamiento, afirma el informe universitario.
Mientras una segunda ola de virus abruma a los hospitales y provoca nuevas restricciones en la actividad económica de la mayor parte del país, es probable que millones de indios –cuyas vidas ya son precarias– vean empeorar su condición.
«Encontramos que se necesita urgentemente apoyo gubernamental adicional por dos razones: para compensar las pérdidas sufridas durante el primer año y para anticipar el impacto de la segunda ola«, resume el estudio.