El ex comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, se refirió a la grave situación de orden público que se registra en el país desde el pasado 28 de abril, tras las movilizaciones sociales en contra del Gobierno y que han terminado en enfrentamientos con la fuerza pública.
En diálogo con RCN Radio, Jaramillo advirtió que enviar al Ejército no calma los ánimos, en estos momentos en los que se requieren consensos urgentemente.
“Yo creo que lo que se ha hecho hasta ahora que es poner al frente de esto al ministro de Defensa y al Comandante del Ejército y manda el mensaje equivocado, tratando a los manifestantes como si fuera el enemigo y ni qué decir del lenguaje incendiario de Uribe”, dijo.
Para Jaramillo, “el primer problema es el lenguaje. En estos casos se debe mostrar empatía y entender que realmente hay una crisis y la gente está protestando es porque hay un problema”.
También señaló que “se debe diseñar una estrategia integral. En este momento la única respuesta que tiene el Gobierno es que el el costo de todo esto lo paga la Policía Nacional, que no está para gobernar sino para mantener el orden público dentro de lo que puede. Lo que se debe hacer es sentarse a negociar con los promotores de las marchas”.
Jaramillo enfatizó que esta crisis “requiere una respuesta institucional y lo que ha propuesto el Gobierno francamente no es eso. Para lo que están demandando los marchantes, hay que buscar otros mecanismos”.
Sergio Jaramillo agregó que “una negociación seria consiste en tener una metodología para afinar la agenda sin imponerla, escuchando las necesidades de los manifestantes, buscar un acuerdo y ver hasta donde se llega, porque siempre hay limitaciones”.
En ese sentido, explicó que “toda crisis grande es una oportunidad y eso depende de que nosotros la manejamos bien o mal. Nada de lo que está pasando sorprende, estamos en una transición difícil hacia la paz y la gente tiene menos miedo, esta más dispuesta a marchar eso ya estaba previsto en el acuerdo. Por eso, se buscaba pasar una ley que regulara la protesta”.
Concluyó que“aquí no estamos hablando de una negociación con enemigos, sino con ciudadanos que tienen distintas opiniones. Aquí lo que se debe es usar la participación ciudadana a través de foros, recogiendo las principales demandas y acudiendo al dialogo, para empezar a ponerle orden a esto”.