El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, negó en una entrevista publicada este miércoles que recibiera presiones del Comité Olímpico Internacional (COI) para mantener los Juegos Olímpicos de Tokio, que siguen siendo impopulares en Japón ante el agravamiento de la situación sanitaria por el covid-19.
«Para nada», afirmó Suga al Wall Street Journal, que le hizo esa pregunta. «Habíamos pedido los Juegos Olímpicos porque los queríamos», señaló.
A dos días de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos y cuando las primeras competiciones arrancaron este miércoles, Tokio está preparado y los Juegos se disputarán de manera segura, insistió el primer ministro.
«Si comparas nuestros niveles de infecciones en relación a los países extranjeros, estamos muy por debajo», señaló.
Recordó decisiones tomadas en Europa, donde grandes eventos deportivo como la Eurocopa de fútbol o el torneo de tenis de Wimbledon se celebraron recientemente en presencia de numerosos espectadores y sin mascarilla, a pesar de unos niveles de nuevas infecciones mucho más elevados que los que registra Japón.
La capital nipona, con 14 millones de habitantes, detectó el miércoles 1.832 nuevos casos de coronavirus, un nuevo récord local desde enero. Frente a las grandes preocupaciones de la población japonesa, los organizadores de los Juegos Olímpicos decidieron que la práctica totalidad de las competiciones se celebren a puerta cerrada.
Suga, de 72 años, señaló al Wall Street Journal que recibió consejos sobre una cancelación del evento, pero que decidió afrontar el reto de acoger los Juegos. «Lo más simple y lo más fácil era renunciar», dijo.
Pero «el trabajo del gobierno es afrontar desafíos», apuntó, en un momento en el que la cota de popularidad de su gobierno cayó a sus niveles más bajos -alrededor de un 30%- desde su llegada al poder en septiembre de 2020.
Su gobierno ha sido criticado por la lentitud de la campaña nacional de vacunación y por su gestión de la crisis sanitaria, pero también por su obstinación para organizar los Juegos Olímpicos a pesar de la hostilidad de la mayoría de los japoneses, según numerosos sondeos.
«Tomamos medidas importantes para impedir las infecciones», añadió Suga.
La vacunación «avanza», señaló. En este momento, un 23% de la población japonesa ha recibido la pauta completa.