El nuevo primer ministro de Haití, Ariel Henry, asumió este martes la jefatura de Gobierno y pidió un castigo «ejemplar» para los implicados en el asesinato del presidente Jovenel Moise.
«Todos los sospechosos de ser autores materiales o intelectuales deben ser identificados y llevados ante la Justicia. Nunca más tendremos que experimentar una tragedia así», dijo Henry durante la ceremonia de investidura del nuevo Gobierno.
En su discurso, Henry prometió impulsar un diálogo «sincero» con la oposición y con otros sectores de la sociedad civil para buscar una solución a la crisis desatada por el asesinato del presidente Jovenel Moise.
También prometió que va a mantener encuentros con «las fuerzas vivas» de la nación para buscar «un acuerdo inclusivo».
«Con mucha determinación he aceptado esta misión. El país atraviesa una situación crítica. En esta situación, hay una cosa que todo el mundo está de acuerdo: la solución de la crisis debe ser encontrada por los haitianos«, manifestó.
Henry calificó su Gobierno como «de consenso e inclusivo», una visión que no comparten los principales partidos de oposición, que han acusado al primer ministro de hacer un gabinete continuista.
El nuevo jefe de Gobierno dijo también que su pretensión «no puede ser resolver todos los problemas», pero sí prometió centrarse en crear las condiciones para la organización de las elecciones, que son «innegociables».
En este sentido, reafirmó la importancia de restablecer el clima de seguridad y enfrentar la violencia de las bandas armadas, que se ha recrudecido en los últimos meses, en especial en el área metropolitana de Puerto Príncipe.
«Una de mis tareas principales será asegurar el restablecimiento del orden y la seguridad en el país. Es un paso obligado para la organización de las elecciones«, afirmó.
Henry aseguró que cuenta con el apoyo internacional para acometer las medidas más urgentes que se necesitan y, de forma paralela, prometió crear un ambiente propicio para las inversiones.
Henry asumió el Gobierno de Haití después de que el primer ministro interino, Claude Joseph, renunciara al cargo este lunes, en medio de presiones de la comunidad internacional para que cediera el poder.
El presidente Moise nombró a Henry primer ministro el pasado 5 de julio, en el último decreto que firmó antes de su muerte, pero no llegó a ser investido en el cargo antes de que ocurriera el magnicidio, dos días después.
Por el momento, han sido detenidas 26 personas por su relación con el magnicidio, perpetrado el pasado 7 de julio, entre ellos 18 colombianos acusados de formar parte del comando que cometió el ataque contra la residencia de Moise.
Además, siete policías han sido puestos «en aislamiento» por su implicación en el caso, aunque no están formalmente detenidos, lo que supone tres más que en el último balance oficial.
En los dos días posteriores al magnicidio murieron tres colombianos en tiroteos contra las fuerzas de seguridad, mientras que la Policía ha emitido órdenes de búsqueda y captura contra al menos otros 10 sospechosos.