Al fin llegó el día que Japón llevaba esperando desde el 13 de septiembre de 2013, cuando Tokio fue elegida sede de los Juegos de 2020, con el inicio de la ceremonia de apertura de la edición más caótica y complicada de organizar del evento deportivo planetario en la era moderna.
Poco después de las 20h00 locales (6 am, Colombia) comenzó la ceremonia de apertura en un Estadio Olímpico sin público por las restricciones sanitarias adoptadas para prevenir el avance de la pandemia del covid-19.
Esta pandemia ya provocó el aplazamiento de un año de los Juegos, que tenían que haberse disputado en 2020, y que quedarán inaugurados oficialmente hacia las 23h00 (14h00 GMT) por el emperador Naruhito, con el posterior encendido del pebetero, que brillará hasta el próximo 8 de agosto.
En un contexto particular, con Tokio en estado de emergencia, la ceremonia, cuyos detalles se mantienen en secreto como manda la tradición, será «más simple y más sobria», han advertido los organizadores.
Si bien se mantuvo el tradicional desfile de los deportistas que representarán a las 206 delegaciones participantes, que como gran novedad tendrá dos abanderados por país, un hombre y una mujer, la ceremonia se celebró por primera vez en la historia sin público.
Pese a que las 68.000 plazas del Estadio Olímpico estuvieron vacías, la ceremonia sí contó con la presencia, reducida, de algunas personalidades como el emperador japonés Naruhito o la primera dama estadounidense, Jill Biden.
El presidente francés, Emmanuel Macron, fue el único dirigente del G7 presente en Tokio, como máximo representante también de la próxima sede olímpica, París-2024.