Durante un encuentro en el búnker de la Fiscalía General de la Nación en Medellín, entre el senador Gustavo Petro y el militar (r) Roberto Carlos Díaz Bedoya, quien en sus redes sociales afirmó que utilizaría la cabeza del legislador como balón, el congresista afirmó que es una gran torpeza del presidente de la República, Iván Duque Márquez, no dialogar con los jóvenes.
«La juventud se sienta dueña del país y tome decisiones sobre el país y eso obviamente implica que queremos que sea pacíficamente elecciones, si no le estamos diciéndole a la juventud, como sucedió en la juventud de mi generación, ustedes no tiene más que levantarse en armas y eso si sería grave estratégicamente para Colombia. Esa es la gran torpeza de la decisión del presidente de la República, Iván Duque, en no dialogar con la juventud del país«,manifestó Gustavo Petro.
Para el senador de la República, la denominada la ‘Primera Línea’ no es una organización política, pero los participantes de las movilizaciones juveniles deben tomar posición política.
«‘Primera Línea’ no es una organización política, es una forma defensiva que crearon en las movilizaciones», sostuvo el dirigente de la oposición.
Las declaraciones la hizo Petro en el acto de disculpas públicas, por parte de Roberto Carlos Díaz, conocido en redes sociales como ‘El Cordobés’.
El trino señaló:»yo quiero hacer la paz twittera, con los seguidores del guerrillero Petro. Les propongo que en los próximos días que gane nuestro Iván Duque, los invito a que realicemos un partido fútbol en el estadio El Campín, pero como no va a haber balón, utilizaremos la cabeza de Petro«.
«Vine a reconocer mi error, a pedirle disculpas públicamente y personalmente aquí al doctor, ya que tengo la oportunidad de tenerlo al lado. El mensaje que escribí en ese tiempo, en el 2018, posteriormente a eso reconocí que fue un error haberlo hecho, ya que eso fue un acto de amenaza y no medí las consecuencias», indicó Díaz Bedoya.
El senador de la República aceptó la disculpa y aclaró que el proceso ante la justicia sigue su curso y un juez tendrá la última palabra.