EE.UU. y Rusia empezarán hoy un proceso de consultas en favor de la estabilidad nuclear a la que se comprometieron sus presidentes en junio en Ginebra, después de que las dos potencias acordaran extender a principios de año el Nuevo START, el único acuerdo en vigor sobre este tipo de armamento que limita sus posibilidades de despliegue.
La delegación estadounidense estará dirigida por la secretaria adjunta de Exteriores, Wendy Sherman, una curtida diplomática que ejerció el mismo cargo en la Administración del presidente Barack Obama y quien estará acompañada por la vicesecretaria de Estado para el Control de Armas, Bonnie Jenkins.
Según una declaración del Gobierno de Estados Unidos, la intención de esta reunión es propiciar «un diálogo robusto y reflexivo entre los dos países que buscará sentar las bases para las futuras medidas de control de armas y reducción de riesgos».
Como jefe de delegación, Rusia ha enviado al viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, quien antes de emprender el viaje a Ginebra, donde tendrá lugar la reunión, ha dicho que este encuentro le permitirá entender «cómo es la contraparte estadounidense a la hora de promover un diálogo activo y centrado en la estabilidad estratégica, como acordaron los presidentes».
Este proceso fue el resultado más tangible de la reunión que mantuvieron a mediados de junio los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin, en medio de la fuerte tensión que mantienen ambos países en una multitud de áreas y de una declarada desconfianza mutua.
Los expertos de los dos países anticipan que, como lo ha sugerido Riabkov, la reunión servirá para que ambas partes se tomen el pulso, se conozcan y entiendan cuánto tiempo les llevará establecer una agenda común que incluya los temas donde sea posible trabajar con relativa rapidez.
Esta reunión no será, por tanto, una negociación, sino una primera aproximación de un solo día, al término de la cual lo más probable es que se emita una declaración muy general, pero que podría transmitir entre líneas si la atmósfera fue constructiva y hay bases para abrir negociaciones formales.
Según distintas fuentes académicas, incluida la ONG ICAN, que milita por la prohibición de las armas nucleares y fue galardonada en 2017 con el premio Nobel de la Paz, actualmente hay más de 13.000 ojivas o cabezas nucleares en el mundo, casi el 90 % de ellas en poder de Estados Unidos y de Rusia.
El primer país tiene 5.550 armas de este tipo y el segundo 6.255, según los datos que se manejan en foros internacionales. También China (350), Francia (290), Reino Unido (225), Pakistán (165), India (156), Israel (90) y Corea del Norte (40-50) tienen ojivas nucleares activas.
El investigador del Centro de Estudios Americanos Avanzados en la Universidad MGIMO de Rusia, Andrey Baklitskiy, dijo a un grupo de periodistas en Ginebra que un indicio claro de cómo se desarrolle la reunión será la fecha del siguiente encuentro.
«Es diferente si es en septiembre o en diciembre porque la Administración Biden ya va corta de tiempo. Le quedan 3 años y medio, de los cuales el último será electoral, y en 2023 los demócratas pueden perder su mayoría en el Congreso (en las elecciones a mitad de mandato para renovar parte del Legislativo), así que lo mejor sería que las próximas reuniones se programen lo antes posible», comentó.
El trabajo técnico y en detalle de lo que EEUU y Rusia denominan «Diálogo sobre Estabilidad Estratégica» estará a cargo de grupos de trabajo, y otra de las tareas que tendrán hoy las delegaciones será definir los temas que se asignarán a cada uno.