El pasado fin de semana los residentes de un edificio en Lugo, España, fueron despertados en la madrugada por la música que provenía del apartamento de uno de los vecinos, por lo que se vieron en la obligación de llamar a la Policía y denunciar la fiesta clandestina.
Según detallaron los medios locales, los efectivos recibieron varias llamadas de habitantes de la misma residencia denunciando el mismo hecho que además, les impedía dormir.
Ante la insistencia, las autoridades llegaron hasta el lugar y tras tocar la puerta de la vivienda varias veces, no obtuvieron respuesta, pero la música seguía sonando. Los uniformados ingresaron a la fuerza y para su sorpresa en el interior no había nadie, excepto un gato.
Tras realizar una pesquisa en el apartamento, los policías encontraron datos de las personas que vivían allí y horas más tardes se comunicaron con ellas. Estas les indicaron que se encontraban fuera de la ciudad, pero pudieron aclarar lo que ocurrió.
El dueño del gato señaló que fue el felino quien puso la música ya que tenía la costumbre de jugar con el control de su reproductor de sonido, y le gustaba mover con su pata la rueda del volumen.
Los desvelados vecinos le dijeron a las autoridades que no dudaron en llamarlos porque hasta hace unos días sí se llevó a cabo una fiesta clandestina en ese mimos edificio.
Al parecer, en esa ocasión los agentes que atendieron el llamado verificaron que sí había una celebración y multaron a todos los presentes por violar la Ordenanza de Protección Ambiental por la pandemia del coronavirus.