Estudios científicos con metodología deficiente y conclusiones inexactas están aumentando la crisis de desinformación sobre el covid-19, que desalienta la vacunación y pone vidas en peligro en todo el planeta.
El intenso interés público por la pandemia y el divisivo debate en países Estados Unidos sobre cómo abordarla facilitan la difusión de trabajos de investigación incorrectos en internet que proveen supuestos argumentos a los opositores a la vacuna. Cuando el investigador de un estudio luego se retracta, ya es demasiado tarde.
«Una vez que el artículo se publica, el daño es irrevocable», dijo Emerson Brooking, investigador principal residente del Laboratorio de Investigación Digital Forense del Atlantic Council, que se especializa en la identificación y exposición de la desinformación.
Las publicaciones científicas erróneas «han echado leña al fuego para los escépticos del covid-19 y los teóricos de la conspiración. Con frecuencia son objeto de una actividad viral en internet. Sus conclusiones se filtran además a través de artículos provocadores y engañosos de sitios web marginales», dijo Brooking
La información inexacta sobre las vacunas es especialmente peligrosa en un momento en el que su aceptación se ha ralentizado en Estados Unidos, donde las autoridades sanitarias afirman que casi todas las muertes recientes por covid-19 se están produciendo entre quienes no están inmunizados.
Por su parte la revista médica Vaccines publicó un artículo revisado por pares a finales de junio titulado «La seguridad de las vacunas covid-19: deberíamos repensar la política». En él, se concluía que las inyecciones contra el covid-19 estaban causando la muerte de dos personas por cada tres que se salvaban. Este supuesto hallazgo se difundió rápidamente en las redes sociales.