La atleta colombiana Caterine Ibargüen, que el pasado domingo fue décima en la final olímpica de Tokio-2020, pone fin a su larga carrera en la pista a sus 37 años, confirmó este jueves en un comunicado la agencia de Jos Hermens, representante de la laureada deportista.
«La saltadora colombiana Caterine Ibargüen ha anunciado su retirada. Tras su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio-2020, donde se clasificó para la final del triple salto femenino, Ibargüen decidió que los Juegos en Japón serían los últimos», se explica en el inicio del texto.
Ibargüen consiguió los mayores éxitos del atletismo colombiano y ha sido una estrella mundial, elegida la mejor del año 2018.
En Juegos Olímpicos se colgó la medalla de oro en Rio-2016, el momento cumbre de su carrera, cuatro años después de haber sido plata en Londres-2012. Su debut olímpico se había dado en Atenas-2004, cuando competía en el salto alto, antes de pasar al triple salto, donde consiguió los grandes éxitos de su carrera.
En Mundiales consiguió cuatro medallas en su prueba predilecta, dos de ellas de oro (Moscú-2013, Pekín-2015) y dos de bronce (Daegu-2011 y Doha-2019).
«Estoy muy feliz con las oportunidades que la vida me ha brindado y por haber sido capaz de demostrar que los sueños pueden cumplirse. Ahora termina un capítulo, pero la gran historia continúa», comentó Ibargüen, citada en el comunicado de su oficina de representación.
Ibargüen se despidió por lo tanto de la competición el pasado domingo en la final del triple salto de los Juegos de Tokio, donde apenas pudo ser décima con 14,25 metros, lejos de su mejor marca personal, los 15,31 metros a los que llegó en Mónaco en 2014.
En los últimos años, Ibargüen había dejado de ser la gran estrella de su prueba ante el fenómeno Yulimar Rojas, la joven venezolana que el domingo le sucedió como campeona olímpica, batiendo además el récord del mundo (15,67 metros) en la capital japonesa.
Tras esa final, Ibargüen fue preguntada por su retirada y no la confirmó, pese a que durante meses se consideró que Tokio iba a ser la cita de su despedida.
«He aprendido que con tantas emociones encontradas no se deben dar respuestas a cosas tan complejas. Me iré a la Villa Olímpica, disfrutaré con mis compañeros y de pronto mañana tengo una respuesta», dijo entonces en el estadio de Tokio.