Al menos 44 presos murieron en un incendio desatado en una prisión de la región de Yakarta, de acuerdo a un nuevo balance brindado este jueves por las autoridades del país del sudeste asiático, al día siguiente del siniestro y tras la muerte en un hospital de tres reclusos quemados graves.
El incendio comenzó el miércoles en la mañana en la prisión de Tangerang, al oeste de la capital de Indonesia, y se extendió con gran rapidez, por lo que decenas de presos quedaron atrapados en sus celdas.
El ministro de Justicia, Yasonna Laoly, informó este jueves sobre tres nuevas muertes de reclusos que habían sido hospitalizados en estado grave el día anterior. «Coordinaremos con las familias para que recuperen sus restos», indicó a la prensa.
Estas últimas víctimas aún eran identificables pese a sufrir quemaduras en el 90% de su cuerpo, a diferencia de gran parte de las otras, que tendrán que ser identificadas analizando su ADN, añadió.
La policía indicó que se recolectaron 31 muestras de ADN de familiares de presos para ayudar en este procedimiento. El cadáver de un primer detenido, de 43 años, fue identificado formalmente este jueves.
Las autoridades aún investigan las causas del incendio, pero sospechan que fue causado por un problema eléctrico en la prisión, construida en 1972, por lo que su sistema de suministro de energía data de hace casi medio siglo.
La prisión de Tangerang alberga a un número de reclusos tres veces mayor respecto a su capacidad –más de 2.000 en lugar de 600–, de acuerdo a datos del sitio en internet del Departamento de prisiones, un problema muy frecuente en las cárceles de este país del sureste de Asia.
El edificio incendiado albergaba sobre todo a personas condenadas por tráfico o consumo de drogas.