La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) mostró hoy su inquietud por el preacuerdo alcanzado esta madrugada entre la Unión Europea y Turquía para expulsar a este último país los refugiados e inmigrantes que lleguen a Grecia.
Uno de los puntos centrales en el preacuerdo es que Turquía aceptará la devolución de todas las personas que se trasladen clandestinamente desde su territorio a Grecia.
“La expulsión colectiva está prohibida por la Convención Europea de Derechos Humanos, y un acuerdo que parece que establece la expulsión directa de extranjeros hacia un país tercero no es compatible con la legislación europea ni con la legislación humanitaria internacional”, dijo en rueda de prensa Vicent Cochetel, responsable para Europa del ACNUR.
Cochetel puntualizó que aún se desconocen las garantías que se aplicarían previamente a la expulsión, aunque mostró su estupefacción por el hecho “de que la Unión Europea establezca un acuerdo con un país tercero que tiene menos garantías que uno entre naciones comunitarias”.
El alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), Phillipo Grandi, recordó hoy a la UE que “una persona que busca asilo solo puede ser devuelta si se salvaguarda su protección”.
Grandi, que intervino hoy ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia), que debate la situación de la mujer refugiada, mostró su preocupación por que en Europa se llegue a una situación de “devolución de refugiados sin las garantías de protección necesarias”.
El alto comisionado mostró esta preocupación después de citar el acuerdo alcanzado ayer entre Turquía y la UE, conversaciones de las que ACNUR no formó parte.
El acuerdo incluirá también a los refugiados de Siria, si bien por cada ciudadano sirio devuelto a Turquía, la UE aceptará la entrada legal de un refugiado de esta nacionalidad.
“El problema es que esto está basado en unos acuerdos preexistentes y hasta ahora la UE sólo se ha comprometido a reubicar a 20.000 sirios desde Turquía”, advirtió Cochetel, y destacó la disparidad entre las necesidades y las respuestas.
Cochetel indicó que ACNUR no se opone a que las autoridades turcas intercepten los barcos que intentan cruzar ilegalmente el Mediterráneo siempre y cuando una vez en tierra ofrezcan a los refugiados todas las medidas de protección adecuadas, aunque lamentó la falta de precisión de las autoridades.
“Estoy cansado de escuchar hablar de inmigrantes irregulares cuando el 91 por ciento de los que llegan a las costas griegas son sirios, iraquíes, y afganos que están huyendo de un conflicto y una persecución y no están solo buscando una vida mejor, por lo que tienen derecho a protección internacional”, añadió.
Dicho todo esto, Cochetel mostró su esperanza de que en los diez días que faltan hasta el nuevo Consejo Europeo, donde el acuerdo deberá ser refrendado, “la UE y Turquía podrán alcanzar un acuerdo equilibrado que no sea en detrimento de la gente que busca protección internacional”.
El responsable del ACNUR aprovechó para reconocer el esfuerzo realizado por Turquía, el país que más refugiados acoge de todo el mundo, tres millones.
Unicef también se mostró preocupada por el acuerdo y especialmente por el hecho de que el 40 por ciento de los que llegan a las costas griegas son menores de edad.
Es por ello que la agencia de las Naciones Unidas pidió a las autoridades europeas y turcas que cumplan con la ley internacional que obliga a proteger a los niños y especialmente aquellos que tienen el derecho de exigir protección internacional.
Por EFE