Centenares de brasileños se manifestaron este sábado en las principales ciudades de Brasil para pedir la destitución del presidente Jair Bolsonaro en momentos que el gobierno atraviesa su peor momento.
Las protestas en Rio de Janeiro, Salvador, Sao Paulo y Brasilia, además de un centenar de ciudades, fueron convocadas por la «Campaña Nacional Fuera Bolsonaro», respaldada por una decena de partidos de izquierda, centrales sindicales y el grupo Direitos Já! que reúne a líderes de 19 bancadas.
Aunque las manifestaciones lograron una mayor adhesión de partidos que en movilizaciones pasadas, las bancadas de derecha que rompieron con el gobierno se negaron a participar.
En el céntrico barrio Candelaria en Rio de Janeiro, cientos de personas marcharon portando pancartas que decían «Fuera Bolsonaro» y banderas del Partido de los Trabajadores (PT), del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), del Partido Democrático Laborista (PDT), el Partido Comunista (PC do B), entre otros.
«Vamos a lograr sacarlo, la apuesta del pueblo presente en las calles es que haremos que los parlamentarios sean presionados y acaben pidiendo el impeachment» de Bolsonaro, dijo a la AFP Elizabeth Simoes, una profesora jubilada de 69 años.
En la Cámara de Diputados aguardan más de un centenar de pedidos de juicio político contra Bolsonaro, pero su presidente Arthur Lira, aliado del gobierno, ha dado señales de que no serán tramitados.
En las concentraciones se veía un espectro más amplio de banderas, no las rojas del PT que solía predominar en el pasado, con estandartes de la Central Única de Trabajadores (CUT), el movimiento LGBT y la de Brasil, que predomina en las marchas pro-Bolsonaro.
«Frente amplio, impeachment ya» se leía en pancartas.
Asediado por investigaciones judiciales, inflación, desempleo y una caótica gestión de la pandemia que deja casi 600.000 muertos, la popularidad de Bolsonaro se desplomó en los últimos meses a 22%, su nivel más bajo desde que llegó al poder en enero de 2019.
«Todo está muy caro, la culpa es de Bolsonaro», se leía en pancartas en el Salvador o junto una bombona inflable de gas en Rio.
A un año de las elecciones de 2022, el presidente ultraderechista obtendría el 26% de los sufragios en la primera vuelta, frente al 44% para Lula, según una encuesta del Instituto Datafolha del 17 de septiembre.
Esta semana, el mandatario se enfocó en celebrar con actos e inauguraciones sus 1.000 días de gobierno, dejando de lado la dura confrontación que sostuvo especialmente contra el poder judicial.
Las movilizaciones de este sábado ocurren después de que el 7 de septiembre Bolsonaro liderara masivas manifestaciones en Brasilia y Sao Paulo, donde se concentraron unos 125.000 simpatizantes. En ciudades como Sao Paulo y Brasilia se esperan movilizaciones a partir de las 17H00 GMT.