Gran expectativa se ha generado en la frontera con el retiro de los contenedores de los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, pero la realidad es que las personas deben seguir pasando por las trochas si no tiene alguna condición especial que le permita pasar por los puentes.
Las trochas son pasos ilegales que se tienen desde territorio venezolano hasta Colombia. Los mismos son custodiados por diversos grupos ilegales que delinquen en la línea limítrofe, al igual que autoridades de ambos países, que según los mismos ciudadanos, también les realizan cobros por el tránsito por estos territorios.
En diálogo con RCN Radio, varios ciudadanos han relatado la forma en que se paga y como se transita por estos lugares, por temor a ser víctimas de los custodios de estos sitios, omiten su identidad.
“En el primer puesto se pagan $1.000 y así, en tres puestos de control, se pagan de $1.000. Ya en la balsa si uno tiene que pagar $2.000” indicó el ciudadano, quien no duda en señalar que estos grupos ilegales prestan una “seguridad” para quienes transitan por la zona.
En estos pasos no se manejan horario, pero quienes los usan recomiendan hacerlo en el día, ya que en las noches se corren muchos peligros.
Una mujer, a la que llamaremos María, nos cuenta que la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela les cobra para poder pasar por estos caminos, ante el cierre de los puentes.
“Por las trochas toca pagar. Ahí cobra la Guardia, al Ejército, por la trocha se le va a uno hasta $7.000 pesos de para allá y de para acá, y 2.000 pesos vale la balsa. Todo el tiempo hay que usar la balsa, pues a uno no le dejan pasar por el río a pie”, relata la mujer.
De otro lado Héctor, quien es un hombre que durante varios años trabajó por estos pasos ilegales, relata cómo se mueve todo por la zona.
“Bueno, eso se inicia trayendo sencillito para darle a la Guardia. De pronto se encuentra al Ejército y a los grupos que cuidan, a que no ocurran robos por la zona ni nada. Y así, a todos los grupos que se encuentran por este lugar», cuenta.
Cuando hace referencia a los «grupos que cuidan” las trochas, habla de los grupos al margen de la ley, que cumplen con esa ‘función’ de ser autoridad en estos lugares.
Muchas personas han perdido la vida al intentar pasar por estos lugares por la creciente del río Táchira o han sido desaparecidos por quienes tienen el control en la zona.