En Alabama, Estados Unidos, nació Curtis Means, un bebé de 21 semanas de gestación que ha ganado el récord Ginness del ‘bebé más prematuro del mundo’.
Según los doctores del Hospital de la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB), el bebé solo tenía un 1 % de probabilidades de sobrevivir, situación que complicaba más el estado de salud del pequeño.
Al momento del parto, tanto Custis como su hermana C’Asya que nacieron el 5 de julio de 2020, fueron atendidos rápidamente para ayudarlos a respirar, sin embargo, por su anticipado nacimiento, la pequeña C’Asya no respondió al tratamiento y falleció.
Curtis por otro lado, dio una respuesta positiva a los tratamientos de los médicos que le ayudaron a respirar y controlar la temperatura corporal, además de nutrirse y otros cuidados.
Luego de tres meses, los médicos pudieron desconectarlo del ventilador y superó todas las probabilidades científicas que se habían dado.
«Curtis desafió todas las probabilidades científicas. La edad y el peso al nacer son dos predictores clave de si un bebé sobrevivirá», comentó Colm Travers, profesor asistente de la División de Neonatología.
Al nacer el menor solo pesó 420 gramos, una séptima parte del peso promedio de un bebé, según indica el Guinness World Records.
«Las probabilidades de supervivencia también aumentan si un bebé es mujer, si el bebé es único o si la madre recibió esteroides para ayudar con el desarrollo pulmonar antes del nacimiento del bebé, todos los criterios que Curtis no cumplió», agregó el médico.
Tras nueve meses en el hospital, el niño fue dado de alta y solo un año después obtuvo la reconocimiento por parte del récord mundial Guinness.
El acreedor anterior de este récord fue Richard Hutchinson, quien nació solo un mes antes que Curtis, a las 21 semanas y 2 días de gestación, el 5 de junio de 2020. Este galardón no había sido obtenido por ningún otro neonato durante 34 años.