El presidente de la República, Iván Duque, dijo que “el matoneo de políticos a la iniciativa privada, a los emprendedores y a las empresas es propio de los métodos fracasados del Socialismo del Siglo XXI”.
A través de su cuenta en Twitter, el jefe de Estado agregó que «no a la estigmatización empresarial, ni a las expropiaciones, ni al odio de clases que ha arruinado varios países de la región».
Pese a que no hizo una mención directa, el mensaje lo escribió tras la entrevista del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, a la Revista Semana, en la que comparó al Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) con “mafias” y “carteles”.
En las declaraciones, Quintero Calle dijo que «aquí lo que había era unos ‘carteles’, unas mafias donde se sumaban el GEA, el uribismo, el fajardismo, y todos tenían un acuerdo de hacerse pasito y llegó alguien independiente, puso el dedo en la llaga y eso les ha dolido mucho».
Nutresa, Sura y Argos calificaron las declaraciones de “tendenciosas” y “falsas” y que “pueden incidir negativamente en la percepción de los inversionistas nacionales” en medio de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de los Gilinski. Incluso, la cementera anunció que analiza acciones legales por “injuria, calumnia, pánico económico”.
Quintero Calle definió al GEA como «un grupo de personas, no de empresas, que se tomó de forma hostil unas empresas hace 40 años a través de un modelo cruzado de acciones, que además es irregular y prohibido en el mundo entero, incluido Colombia, que lo que hace es quitarles el poder a los accionistas».
Agregó que «estamos en mora de que la Supersociedades intervenga y revise qué está pasando, si ellos son grupo o no, porque la única forma como ese grupo podía mantener ese modelo era creando al mismo tiempo un cartel político que les evitaba que fueran investigados y que constituye lo que hoy se llama el GEA».
Proantioquia, una fundación que agrupa al sector privado del departamento, afirmó que comparar a las empresas antioqueñas con un ‘cartel’, es “una falta de respeto con empleados, accionistas, proveedores y clientes, además de un despropósito y una bajeza”.
La fundación señaló que “de mil mentiras no se construirá una sola verdad” y pidió a la ciudadanía “una actitud crítica sobre lo que escucha”.