La asociación católica francesa La Voie Romaine (El Camino Romano) anunció una marcha entre París y Roma para pedirle al Papa Francisco que “salve” la Misa tradicional o Misa tridentina.
La marcha, que comenzará el 6 de marzo y concluirá el 1 de mayo, será liderada por madres de sacerdotes que celebran la Misa tradicional, conocida también como Misa en la forma extraordinaria.
Ellas llevarán al Vaticano cartas de fieles que le piden al Santo Padre que permita la celebración de esta Misa regularmente.
“Estas madres están dispuestas a tomar acción e ir a Roma, así que propusimos que lleven las cartas al Vaticano”, dijo Benoît Sévillia, fundador de La Voie Romaine, al National Catholic Register.
La iniciativa ya ha recibido cartas de países como Estados Unidos, Portugal y México.
Sévilia indicó también al Register que hasta ahora no han recibido el respaldo de obispos, pero sí algunas expresiones privadas de cercanía de algunos sacerdotes.
La iniciativa de la marcha surge luego de la publicación, en julio de 2021, del motu proprio Traditionis custodes (Custodios de la Tradición) del Papa Francisco.
Este texto tiene como objetivo regular la celebración de la Misa en la forma extraordinaria o rito tridentino, es decir con el Misal de 1962.
Entre las principales disposiciones de este documento pontificio está que, en adelante, es el obispo quien autoriza la celebración de la Eucaristía con el Misal de 1962. Si el sacerdote que pide el permiso es ordenado luego de la publicación del motu proprio, entonces corresponde al Vaticano dar la autorización.
Se establece además que no se pueden crear nuevos grupos que celebren la Misa tridentina y que cualquier disposición que no se ajuste al motu proprio queda abolida.
El texto anterior más importante sobre este tema es el motu proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI, publicado en 2007, que permitía la celebración libre de la Misa tradicional.
El 18 de diciembre de 2021, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó la respuesta a once preguntas sobre las disposiciones de Traditionis Custodes, con lo que se restringió aún más la celebración de la Misa en la forma extraordinaria.
En estas respuestas se indica, por ejemplo, que un sacerdote que sustituye a otro en la celebración de la Misa tridentina debe contar también con la debida autorización formal; lo mismo el diácono o diáconos que participen en ella.
Asimismo, un sacerdote que celebre la Misa en la forma ordinaria no puede celebrar el mismo día para un grupo de fieles que desea participar de la Misa en la forma extraordinaria.
El 19 de diciembre, La Voie Romaine publicó un comunicado en el que sus miembros afirman que las restricciones anunciadas “por la Congregación para el Culto Divino nos han dejado sin voz”.
“La consternación expresada por los fieles cuya fe cristiana se nutre de la liturgia tridentina debe ser escuchada, ahora más que nunca, por el Soberano Pontífice”, agrega el texto.
Asimismo, la asociación explica en su sitio web que está formada por “católicos que celebran el rito tridentino, que nutre el amor por Cristo, plenamente comprometidos con la misión de la Iglesia. Queremos llevar a Roma un testimonio de unidad y de fe”.
En dos ocasiones el Papa Francisco explicó las razones de Traditionis custodes.
La primera fue el día de la publicación del motu proprio en julio, en una carta que acompañó al texto; y luego en una entrevista concedida en septiembre a la cadena española COPE.
En septiembre el Santo Padre indicó que el origen de todo fue una evaluación realizada entre el Vaticano y los obispos del mundo en 2020.
“Se estudió la cosa y, en base a eso, la inquietud que más aparecía era que una cosa hecha para ayudar pastoralmente a quienes han vivido una experiencia anterior, se fuera transformando en ideología. O sea, una cosa pastoral a ideología”, dijo el Papa.
“Entonces había que reaccionar con normas claras. Normas claras que pusieran un límite”, resaltó el Pontífice.
Tomado de: https://www.aciprensa.com/