Tras la explosión volcánica del pasado 15 de enero en la isla Tonga y posterior tsunami en la zona, los habitantes han quedado prácticamente incomunicados.
Las imágenes que se han revelado en diferentes medios muestran la devastación que dejó el desastre natural y los daños por las marejadas y cenizas en el lugar.
Y es que a raíz de este evento desafortunado, las comunicaciones en la isla se han paralizado en su gran mayoría, pese a tener gran desarrollo tecnológico en conectividad en la actualidad. Según algunos expertos, el 95% de las transferencias globales se desarrollan a través de los cables de fibra óptica que se encuentran en los océanos.
En Tonga actualmente se tiene solo una señal irregular de teléfonos satelitales, ya que el cable de conexión de la isla se cortó.
Así pues, la ruptura de esta infraestructura puede generar grandes problemas tanto locales, en la región y a nivel mundial, aunque esta no es ni será la única vez que suceda por un desastre natural.
Según la empresa Esri, desde 1989 la conectividad por cable submarino ha aumentado progresivamente, teniendo cerca de 885.000 kilómetros de cable a lo largo del mundo.
Y es que estos cables se han posicionado en diferentes corredores que pueden ser vulnerables peligros como desastres naturales como erupciones volcánicas, deslizamiento de tierra en el mar y tsunamis.
Comunicación en Tonga
La situación de comunicaciones en la isla se ha convertido es todo un desafío tanto para los que se encuentran dentro como para los que desde fuer están apoyando la situación, pues se cree que después de la erupción y el tsunami cerca de 872 km de cable de fibra óptica se han dañado, hecho que ha dejado incomunicado parcialmente a los habitantes de la zona.
Según la agencia AFP, los sistemas telefónicos internos fueron restaurados, pero la comunicación internacional continúa interrumpida.
¿Cómo afecta esta ruptura de la comunicación al resto del mundo?
Con este evento en la isla de Tonga, se evidencia nuevamente la fragilidad en la red de cables submarinos y su fácil desconexión.
Por eso, expertos en el área sugieren a las empresas de telecomunicaciones y gobiernos buscar diferentes maneras de comunicarnos, pues aún no se han analizando los riesgos y peligros a los que se está enfrentando este sistema de telecomunicaciones en el mundo.