Estados Unidos y otros seis miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se unieron este jueves para condenar los últimos ensayos con misiles de Corea del Norte y pedir al resto de la comunidad internacional más presión sobre Pionyang.
En una declaración conjunta, los siete países -respaldados además por Japón- urgieron a todos los Gobiernos a cumplir de forma estricta con las sanciones impuestas a Corea del Norte en respuesta a su programa nuclear y de misiles balísticos.
«Es extremadamente importante que los estados miembros den los pasos necesarios para implementar las sanciones en sus jurisdicciones o se corre el riesgo de dar un cheque en blanco al régimen norcoreano para avanzar con su programa de armas«, señalaron en un texto leído ante los periodistas por la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield.
Además, instaron al comité del Consejo de Seguridad que se encarga de las sanciones a Pionyang a aprobar medidas contra nuevos nombres propuestos la semana pasada por Estados Unidos y que por ahora no han recibido el visto bueno.
Albania, Brasil, Francia, Irlanda, Japón, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos dieron a conocer su declaración antes de una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad para analizar las últimas pruebas con misiles llevadas a cabo por Corea del Norte los días 11, 14 y 17 de enero.
Es la segunda vez que el Consejo se reúne este mes en respuesta a lanzamientos de misiles norcoreanos, unos ensayos que para Washington y sus aliados muestran la «determinación a toda costa del régimen a desarrollar programas de armas de destrucción masiva y misiles balísticos».
En lo que va de año, Piongyang acumula cuatro lanzamientos de misiles tras amenazar con endurecer su postura por la supuesta hostilidad de Estados Unidos.
Este tipo de ensayos están prohibidos por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene impuestas importantes sanciones a las autoridades norcoreanas para intentar que abandonen esta vía y opten por el diálogo, aunque Washington y otras capitales acusan a países como China de no respetar plenamente esos castigos.