Menos de un año después de la histórica visita del Papa a Irak, y a pesar de las dificultades que trajo consigo la pandemia, el primer grupo de estudiantes ha comenzado a beneficiarse de las «Becas Papa Francisco» financiadas por la fundación internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).
Este convenio entre ACN y la Universidad Católica de Erbil (CUE, por sus siglas en inglés) está ayudando a construir un futuro más prometedor para los cristianos iraquíes y los miembros de otras minorías en el norte del país.
ACN Internacional será el primer y principal donante, con un aporte de más de 1,7 millones de dólares para financiar las «Becas Papa Francisco». Estas becas beneficiarán durante un periodo de cuatro años a 150 jóvenes estudiantes, de los cuales alrededor de 90% son cristianos. Muchos de los estudiantes son desplazados internos, tras haber sido obligados a abandonar sus hogares en la región circundante por los terroristas del Estado Islámico en 2014.
Bajo el lema «Beca Papa Francisco», un total de 128 estudiantes – 113 cristianos, 12 yazidíes y 3 musulmanes – han comenzado el curso académico 2022/2023 apoyados por ACN. La fundación internacional también financia el alojamiento cerca de la universidad en Erbil para 14 estudiantes, 12 mujeres y 2 varones, provenientes de las llanuras de Nínive.
El programa de becas del Papa Francisco, inicialmente previsto para el otoño de 2021, tras la histórica visita papal a Irak, se pospuso para el 2022 a causa de la pandemia.
«El modelo de la Universidad Católica en Erbil anima a toda la familia a quedarse y no emigrar. Sus hijos tendrán una excelente educación para conseguir trabajo y, por tanto, un futuro en Irak para el sostenimiento propio y de sus padres», afirma Monseñor Bashar Warda, arzobispo de Erbil y fundador de la universidad.
«Si los jóvenes cristianos tienen la oportunidad de recibir una buena educación, se quedarán. ACN ya ha hecho todo lo posible para ayudar a los cristianos a permanecer en su tierra natal, invirtiendo en la reconstrucción de sus hogares, sus iglesias y la infraestructura esencial. Ahora es el momento de invertir en los jóvenes del país», dijo Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN, cuando se anunció el proyecto, en marzo de 2021.
La CUE cuenta actualmente con 280 estudiantes en cuatro años diferentes, que trabajan para obtener grados académicos en carreras que varían desde Arquitectura y Ciencias de laboratorio médico hasta Contabilidad e Inglés. El año que viene se abrirán más departamentos, como el de Farmacia. Sin embargo, lo más importante para los estudiantes es el acceso a un ethos cristiano y a la enseñanza social católica que no pueden encontrar en ningún otro lugar de Irak.
Desde su fundación, en 2015, la CUE ha disfrutado de un gran éxito, y ya se encuentra en el puesto 41 de 250 instituciones de educación superior en Irak. La enseñanza y los estudios se imparten en inglés. Monseñor Warda espera que dentro de unos años la universidad entre en el top-10. Pero junto a la excelencia académica, el valioso fruto de esta universidad es el fomento de la cohesión social y la armonía interreligiosa en un país que aún se recupera de casi dos décadas de conflicto y persecución.
«Doy las gracias a todas las oficinas de ACN en el mundo y a todos sus donantes por apoyar a los jóvenes cristianos de Irak, para que tengan no sólo el derecho, sino la oportunidad real de obtener una educación superior. Esto les da a ellos y a sus familias esperanza para el futuro. También doy las gracias a los miembros de la CUE por este logro durante la pandemia», dice Monseñor Warda.
Thomas Heine-Geldern cree que esta es una forma adecuada de mantener vivo el legado de la visita del Papa Francisco. «Creemos que este proyecto apoyará el mensaje del Papa en favor de la cohesión social y la reconciliación. La universidad se centra en la diversidad. Aquí los jóvenes de diferentes credos pueden aprender a convivir en armonía.»
Tomado de: ACN Colombia