El nuevo escándalo que involucra a Carlos Mattos con supuestos privilegios que tenía en la cárcel La Picota, con el auspicio del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec), puso nuevamente sobre la mesa el debate sobre la eliminación de esta entidad.
Miembros de la coalición ‘Equipo por Colombia’ consideran que es una vergüenza que se sigan presentando estos hechos de corrupción en los centros penitenciarios, razón por la cual consideran que el problema hay que solucionarlo de raíz.
Federico Gutiérrez y David Barguil respaldaron la decisión del presidente Duque, de destituir al director del Inpec y calificaron como una vergüenza lo que ha sucedido con Carlos Mattos.
“Lo que ha sucedido con los beneficios de Carlos Mattos es una vergüenza y estos corruptos de cuello blanco no pueden ser los beneficiados de la corrupción interna. El Inpec, sumado este caso y muchos otros, demuestra en muchos casos inoperancia sin lugar de generalizar”, indicó Gutiérrez.
“Para que exista una buena transformación sobre ese tema, es serio plantear la eliminación del Inpec y crear una nueva entidad con más base tecnológica, que elimine la corrupción y que definitivamente las cárceles no sean universidades del delito”, añadió.
Por su parte, Barguil planteó una supresión paulatina del Inpec para entregarle la administración de los centros penitenciarios a empresas privadas, como una estrategia para combatir la corrupción que se presenta en este sistema.
“Hay que tener cárceles en concesión y en APP; llegó la hora de que a través de inversión privada podamos resolver ese tema de la congestión carcelaria y quiero poner a trabajar a los presos que están en todas las cárceles de Colombia”, sostuvo.
“El Estado asume de su presupuesto miles de millones de pesos para sostener a la población carcelaria y creo que sería un mensaje muy importante, no solo ara poder financiar las cárceles en concesión, sino como un mensaje de valores a esta sociedad”, manifestó.
Dirigentes políticos como Angélica Lozano afirman que el caso de Carlos Mattos no es el único, también se han presentado irregularidades con personajes como Eduardo Pulgar, condenado por cohecho y tráfico de influencias, quien fue trasladado de la cárcel La Picota a un batallón militar.
“Desde un batallón de la Fuerza Pública está despachando y haciendo política, liderando la campaña de alguien al Congreso de la República. El director del Inpec hoy sale, pero yo he presentado denuncias y quejas ante la Procuraduría y no ha pasado nada”, añadió.
En el Congreso de la República se ha intentado tramitar en algunas oportunidades una reforma al Institucional Nacional Penitenciario y Carcelario, pero la misma no ha prosperado.