El presidente Gustavo Petro suspendió este viernes los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en medio de la escalada de violencia de ese grupo armado en la región del Catatumbo.
El jefe de Estado aseguró, a través de su cuenta de X, que “lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo; el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”.
Sobre la decisión del mandatario, el alto consejero para la Paz, Otty Patiño, explicó que esta tiene implicaciones inmediatas de orden militar, político y social.
“Hay que ver cómo se neutraliza la acción criminal del ELN a través de la justicia y de la fuerza pública; cómo se puede contrarrestar también la estrategia geopolítica que tiene el ELN en la frontera colombo-venezolana y, desde luego, cómo se atiende a las comunidades que, habiendo sido afectadas por el ELN, claman por procesos de paz y por la desescalada del conflicto”, dijo en diálogo con La FM de RCN Radio.
Puertas abiertas al diálogo
Pese a la suspensión de las negociaciones de paz, el comisionado de paz aseguró que el Gobierno sigue dejando abiertas las puertas al diálogo para frenar la violencia en las regiones del país.
“La paz nunca puede cerrar totalmente las puertas; siempre habrá la posibilidad de que la presión internacional y la presión de sus propias bases generen una nueva reflexión”, señaló.
Otty Patiño aseguró que la ruptura de los diálogos con el ELN no implica el fracaso de la paz total, ya que el Gobierno continuará insistiendo con quienes tengan voluntad.
“Eso no significa que la paz total esté quebrantada. Seguimos absolutamente claros en muchos procesos donde lo fundamental es la transformación territorial. Ese es el propósito de este gobierno, y en ello seguimos empeñados: en los diálogos con las estructuras armadas que realmente quieran abandonar las armas, dejar la violencia y sumarse al cambio transformador y de paz que promueve este gobierno”, puntualizó el funcionario.
“El ELN se traicionó a sí mismo”
Finalmente, Patiño afirmó que “el ELN se traicionó a sí mismo”, haciendo referencia a los beneficios que les otorgó el Gobierno a los miembros de esa guerrilla, como el cese de operaciones ofensivas y el levantamiento de órdenes de captura a los jefes negociadores.
“Yo creo que, por un lado, el ELN se ha traicionado a sí mismo y ese es su mayor delito, porque lo que ha planteado sobre su vocación de paz queda absolutamente desmentido a través de sus acciones», señaló el funcionario.
Concluyó que «la falta de coherencia es lo peor que le puede ocurrir a una organización que se autodenomina revolucionaria y que quiere ser reconocida como tal por la población y, desde luego, por el Estado colombiano. Esa traición contra sus propios principios, contra la palabra empeñada, es una desgracia para el ELN”.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Aldair José Rodríguez Suárez