La historia de Carmen Evelia Toro, una abuela de una colombiana que vivía en Queens (Nueva York), murió a causa de coronavirus y esa noticia le ha dado la vuelta al mundo. La emotiva despedida por videollamada que sus familiares le brindaron, mientras ella estuvo internada en una unidad de cuidados intensivos es una prueba del doloroso camino que han sufrido las familias que han perdido a un ser amado, a causa del virus.
Marta Jaramillo, hija de Carmen Toro, narró los difíciles momentos que enfrentó su madre y todos sus familiares al tener prohibido estar a su lado, mientras ella luchaba contra un virus que terminó acabando con su vida.
Jaramillo aseguró que Carmen Evelia Toro o la ‘abuela cohete’, como cariñosamente le decían sus hijos y nietos, siempre fue una madre amorosa, humilde y muy activa para toda su familia. “Siempre tuvo tiempo para sus hijos, nietos y bisnietos”.
Según Jaramillo, actualmente está a la espera de poder recibir las cenizas de su madre pues su cuerpo aún continúa en un hospital de Long Island, EE.UU. La mujer aseguró que el proceso de cremación se daría en la tercera de semana de mayo.
“Sentimos un gran momento de angustia, pues no hemos podido estar con ella, después de que se haga la cremación mi sobrina irá por las cenizas de mamá y me las llevará a la Florida”.
La familia de Carmen Evelia Toro ahora tiene planeado, para un futuro próximo, es viajar a Colombia para una gran reunión familiar para poder realizar un homenaje especial a la señora Carmen, y así poder despedirla rodeada de las personas que más le quieren.
Fue el dolor más grande que he vivido
Marta Jaramillo narró que la comunicación con su madre se hizo más difícil cuando a ella le tuvieron que poner un ventilador para asistir su respiración. “Eso hizo difícil la comunicación de nosotros con ella, en ese momento una trabajadora social, que Dios puso allí, se comunicó con nosotros y gracias a ella la pudimos verla por video”.
Jaramillo comentó que toda la familia vio a su madre vía ‘Zoom’, gracias a ese medio fue posible saber cómo estuvo durante sus dos últimas semanas de vida. “Esa fue la manera como pudimos estar con ella. No fue fácil, la impotencia y el dolor de la familia al no poder estar con ella fue algo muy duro”.
“Este ha sido el dolor más grande que hemos experimentado en la familia, no ha sido nada fácil”.
La mujer indicó que la falta de sus hijas fue la parte más dura para su mamá, ella necesitaba ayuda para moverse, para respirar o hablar. “Ella decía que se sentía sola y yo le decía que Dios estaba con ella y que debía ser fuerte”.
Sin embargo, los médicos no les ofrecían una luz de esperanza pues cada día empeoraba la salud de los pulmones de la señora Carmen, junto a “ese virus que no se pudo controlar”.
“Ella me decía que esa enfermedad era muy dura, y para mí fue muy duro el esperar una noticia diaria por parte de los médicos”.
¿Cómo se contagió?
La hija de Carmen Evelia Toro indicó que se cree que su madre adquirió el coronavirus en el aeropuerto. Ella tuvo que viajar a Colombia por una reunión familiar que se realizó hace unos meses atrás, en ese momento ella tenía con un resfriado y cuando regresó a EE.UU. ya tenía con mucha toz.
No obstante, la mujer destacó que para ese momento su mamá no tenía síntomas de Covid-19.
“Mi sobrina la llevo al doctor y le dijeron que tenía síntomas de una neumonía. Luego fue llevada a los especialistas y tras 7 horas de espera por un diagnóstico, ella fue hospitalizada. Tres días después nos dijeron que ella tenía coronavirus y que había adquirido el virus durante el viaje que hizo”.
Marta Jaramillo también indicó que varios familiares también han salido positivo por coronavirus, pero cada uno ha tenido síntomas diferentes. “Ellos superaron la prueba dura por ser más jóvenes y vitales”.
Finalmente, Jaramillo hace un llamado a tomar conciencia sobre la enfermedad pues la gente no imagina que este virus tocará a la puerta de un familiar, amigo o compañero de trabajo. “Esto es real, esto está matando gente y con cada víctima hay una familia que sufre”.
No hay conciencia, gente en las calles sin máscaras como si nada pasara.
Hay que contarle a los abuelos las historias que estamos viviendo y tratar que estén en casa, no es fácil adaptarse pero es necesario.