El caso de la excongresista colombiana Aida Merlano se ha convertido en un detonante más de tensión de las relaciones entre el gobierno colombiano y el régimen de Nicolás Maduro. Esta semana, Merlano declaró ante un tribunal de Venezuela y señaló al presidente Iván Duque de querer supuestamente «silenciarla», acusaciones que la Fiscalía de Venezuela dio como ciertas.
En medio de las denuncias que desde Colombia han calificado de «injurias y calumnias», ha sorprendido el trato diferenciado que ha tenido la mujer en el vecino país en comparación de cómo son tratados los capturados, sindicados de graves delitos como es el caso de Merlano en Colombia.
La mujer ha sido condenada a 15 años de prisión por compra de votos, concierto para delinquir agravado, corrupción al sufragante y tenencia ilegal de armas, y es requerida por la justicia colombiana luego de que se fugara de prisión el pasado 1 de octubre, aprovechando una cita odontológica.
Ahora, se conoció que la excongresista colombiana gozaría de lujos al interior de su celda en la sede del Sebin en Caracas, El Helicoide, según reveló El Tiempo.
De acuerdo a fuentes citadas por ese medio, Merlano tendría una celda equipada con televisión, aire acondicionado, horno microondas, baño privado y hasta un closet para guardar su ropa.
Además, aparentemente la excongresista estaría compartiendo su celda con Jacob Manuel Vargas Silva, quien fue su escolta y sostiene una relación sentimental con ella desde hace tres años, según reveló Nelson Javier Silvera, tío de Jacob a La FM. Silva fue capturado el pasado 27 de enero junto a ella.
El trato diferenciado que recibe la ex representante a la Cámara también pudo comprobarse esta semana cuando compareció ante la justicia venezolana pues llegó al lugar sin esposas, cuando esto nunca sucede, y vestía elegante y maquillada.
Aunque la Corte Suprema de Justicia pidió al Gobierno que solicite la extradición de Merlano, parece que desde Venezuela esto no sucederá pues el fiscal General de Venezuela, Tarek William Saab, ha salido en defensa de Merlano y aseguró que aunque ella no ha pedido oficialmente asilo político, de hacerlo, Venezuela lo analizaría porque sus acusaciones contra el gobierno colombiano fueron “escalofriantes” y cree que su vida sí corre peligro.