El Instituto de Investigaciones Biológicas Humboldt reveló los datos del informe de Evaluación Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, hecho por 105 expertos en diversas áreas en el que se estableció que al menos 10% del Producto Interno Bruto (PIB) depende directamente de la explotación de los recursos naturales.
El informe contiene seis capítulos y ahonda sobre cómo está la biodiversidad y sus desafíos. «La naturaleza contribuye de forma directa e importante a la producción y el empleo del país (Bien establecido)», menciona.
Y añade que «al menos 10% del PIB se deriva directamente de la explotación de recursos naturales, y alrededor de 14% del empleo está en actividades agropecuarias y pesca. Es decir que una parte importante de la población colombiana lleva modos de vida que dependen directamente de la naturaleza».
Reseña además la publicación que «una alta proporción de esta población vive en condiciones de pobreza monetaria, 42% en 2019 , y son vulnerables ante la degradación de los ecosistemas. La articulación e implementación sistemática, decidida y a largo plazo de las políticas y estrategias de crecimiento verde, economía circular, biocomercio, y mercados verdes, así como el reconocimiento de los conocimientos y sistemas de gobernanza comunitaria como institucionalidad ambiental, podrían impulsar la construcción de una economía donde la conservación y el desarrollo sean complementarios y no antagonistas».
En la presentación al país de los resultados de dicho informe, Wilson Ramírez, copresidente de la Evaluación Nacional del Instituto Humboldt, aseguró que se encontraron diversos vacíos en la información sobre el estado de la biodiversidad colombiana, esenciales para promover estrategias de conservación.
«Este documento es un llamado a todos los sectores, en especial, a los ministerios de Ciencia y Ambiente. ¡Pilas con estos componentes que son poco conocidos y trabajados para saber cómo podemos resolver los diversos problemas ambientales», afirmó.
Ramírez también habló de la importancia de generar transformaciones sobre la forma como se realizan las actividades de desarrollo económico, dada el riesgo de pérdida de vida silvestre, de ecosistemas en el país, claves, por ejemplo, para el abastecimiento de agua y alimentos.
Mayor actividad
Según el estudio, «la presión creciente de la actividad económica sobre el ambiente y los territorios está asociada con el incremento en los conflictos ambientales (bien establecido)».
Advierte que «la exclusión en los procesos de toma de decisiones de diferentes lenguajes de valoración, formas como las personas conciben y expresan su relación con la naturaleza y la importancia que esta tiene para ellos, contribuye a la generación de conflictos ambientales».
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