Unos 600 millones de personas se enferman en el mundo cada año debido al consumo de alimentos contaminados, y 420.000 fallecen por esta causa, unas muertes que pueden evitarse con el esfuerzo de todos, recordó este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Día de la Seguridad Alimentaria.
«Tenemos una responsabilidad colectiva para asegurar una alimentación sana y nutritiva», destacó en un mensaje para conmemorar la jornada el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien subrayó que los niños son los más vulnerables ante este problema.
«Nadie debería morir por intentar alimentarse», afirmó el experto, quien subrayó la responsabilidad de productores, gobiernos, firmas de transporte, tiendas y restaurantes en la seguridad alimentaria.
Mejorar la seguridad en los alimentos que consumimos no sólo reduce la mortalidad infantil y la malnutrición, sino que «hace que los niños pierdan menos clases, que los adultos mejoren su productividad y que se reduzca la presión sobre los sistemas sanitarios», concluyó Tedros.
De otro lado ese organismo también advirtió que pese a las promesas de donaciones de vacunas anticovid para el sistema de distribución internacional Covax, hay pocas para junio y julio, lo que amenaza las campañas de vacunación.
Según Bruce Aylward, encargado de Covax en la OMS, algunos Estados se comprometieron a donar 150 millones de dosis para compensar problemas de suministro existentes.
«Es un magnífico punto de partida» pero el «problema» es «que muy pocas [dosis] son para el período de junio y julio, con lo que va a faltar» suministro a los países que vacunan contando con Covax, explicó a la prensa en Ginebra.
El responsable explicó que, para vacunar de 30% a 40% de la población mundial este año, habrá que inmunizar al menos a 250 millones de personas antes de fines de septiembre, lo que requiere centenares de millones de dosis, pues la mayoría de las vacunas anticovid necesitan dos dosis.