La Diócesis de Shanghái inauguró el Año Jubilar con la incorporación de 54 nuevos fieles, quienes recibieron el sacramento del Bautismo en una ceremonia celebrada en la Catedral de San Ignacio, en el distrito de Xujiahui. El evento fue presidido por el Obispo Auxiliar, Mons. Joseph Xing Wenzhi, y marcó un momento especial para la comunidad católica local.
Los recién bautizados, de diversas edades y entornos sociales, completaron un proceso de catequesis que los preparó para su ingreso pleno en la Iglesia. Este grupo refleja la diversidad de los creyentes en China y la atracción que el mensaje cristiano sigue generando en personas que buscan una experiencia espiritual más profunda y comunitaria.
El Año Jubilar, convocado por la diócesis, brinda una oportunidad única para que los católicos renueven su fe, vivan la reconciliación y participen de manera activa en los sacramentos. Durante este tiempo especial, se han planificado numerosas actividades religiosas y caritativas que buscan fortalecer el vínculo comunitario y difundir los valores del Evangelio en la sociedad.
La Iglesia Católica en China ha atravesado distintos desafíos, incluidas épocas de restricciones y persecución. Pese a ello, eventos como este bautismo colectivo son señales del crecimiento y la vitalidad que la fe mantiene entre los creyentes. La incorporación de nuevos miembros y la celebración de los sacramentos son muestras alentadoras de una Iglesia en constante desarrollo.
«La Diócesis de Shanghái celebró el inicio del Año Jubilar con la incorporación de 54 nuevos fieles a la Iglesia Católica, quienes recibieron el sacramento del Bautismo en una ceremonia solemne que refleja el crecimiento y la vitalidad de la comunidad católica en China.»
En su mensaje a los nuevos bautizados, Mons. Xing Wenzhi los instó a ser testigos de Cristo en su vida diaria, practicando la justicia, la paz y el amor al prójimo. También animó a la comunidad a acompañar y apoyar a estos nuevos hermanos en su camino de fe, proporcionando ejemplos de vida cristiana auténtica.
La ceremonia culminó con una Misa festiva en la que participaron familiares, amigos y miembros de la parroquia. La emoción y el compromiso de la comunidad fueron palpables, reforzando la intención de construir una Iglesia unida y solidaria. Este evento es parte de un conjunto de acciones pastorales que buscan renovar la vida espiritual en la región y fomentar una presencia cristiana más visible y activa en la sociedad china actual.
Fuente: Aciprensa – https://ewtn.es/