El sonido no puede propagarse a través del espacio porque no hay aire o agua, solo hay vacío. A pesar de esto, los científicos han desarrollado la técnica de sonificación, que posibilita convertir cualquier tipo de información en audio.
Hace dos décadas, el Observatorio Chandra de la NASA hizo un descubrimiento a más de 250 millones de años luz de la Tierra, el cual era un patrón de ondas que atravesaba el gas de un agujero negro. Aunque este sonido es inaudible para el oído humano, la sonificación permitió su recreación.
La NASA ha reproducido otros sonidos, como el de los alrededores de Saturno. La sonda Cassini presenció una intensa interacción de ondas de plasma, viajando incansablemente desde Saturno hasta la luna Enceladus. Los investigadores convirtieron la grabación de estas ondas de plasma en un audio, utilizando el mismo método para convertir ondas electromagnéticas en música.
La recreación del sonido de Ganímedes, la luna de Júpiter se llevó a cabo cuando la sonda Juno la sobrevoló en 2021. Según la NASA, el cambio abrupto a frecuencias más altas en medio de la grabación representa el desplazamiento de la nave de una región de la magnetosfera de Ganímedes a otra.
La pista de sonido se obtuvo ajustando las frecuencias de emisión al rango más bajo. Del mismo modo, Juno capturó el «rugido» de Júpiter.
Aunque el hombre aún no ha llegado a Marte, sus dispositivos han estado trabajando en la superficie durante años. El rover Curiosity envía información crucial a la Tierra, y el módulo InSight logró capturar el sonido del planeta rojo, como se informó en Betech.