Al menos cinco personas murieron y veinte más resultaron heridas este domingo por la explosión de un carro bomba, cerca del paso fronterizo de Bab al Salam, que conecta el norte de Siria con Turquía y está controlado por las facciones armadas sirias proturcas, informaron una ONG y un cuerpo de rescate.
El atentado tuvo lugar en el pueblo de Sajo, en el norte de la provincia septentrional de Alepo, y hasta el momento no ha sido reivindicado, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización cuya sede se encuentra en el Reino Unido, pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno.
La Defensa Civil siria, conocida como los «cascos blancos», que opera en zonas que escapan al control del Gobierno de Damasco, aseguró en su cuenta de la red social Twitter que sus equipos están asistiendo a los heridos, sin dar más detalles.
Bab al Salam era una de los dos entradas para la ayuda humanitaria a las zonas que no están controladas por el Gobierno sirio, pero el Consejo de Seguridad de la ONU votó la semana pasada en contra de mantener el cruce abierto para las operaciones humanitarias por la oposición de Moscú y Pekín.
Rusia -principal aliado del presidente sirio, Bachar al Asad– abogó por dejar solo el paso de Bab al Hawa para la entrega de ayuda a las áreas controladas por las facciones armadas opositoras e islamistas.
Los atentados se repiten en esta parte del norte de Siria, zona que está en manos de grupos insurgentes sirios y de las fuerzas turcas que intervinieron en 2016 para expulsar a las milicias kurdosirias consideradas terroristas por Ankara.
Las tropas turcas tienen presencia en la franja fronteriza que va desde Azaz a Yarabulus, en el norte de Siria, y también controlan el cantón kurdo de Afrín, situado en la misma región de población mixta árabe-kurda, además de territorio en el noreste del país.
La guerra en Siria, que inició en 2011, ha causado más de 380.000 muertos y lanzado al éxodo a millones de personas.
Fuente: EFE con Sistema Integrado de información
Foto: AFP