La explosión en el puerto de Beirut, que devastó barrios enteros, dejó 158 muertos y más de 6.000 heridos, según un nuevo balance difundido este sábado por el Ministerio de Salud.
El ministerio revisó a la baja el número de personas que siguen desaparecidas, al indicar que ahora es de 21, cuando antes mencionaba varias decenas. El anterior balance de la terrible explosión era de 154 muertos y más de 5.000 heridos.
Entre tanto, miles de personas se reunieron la tarde de este sábado en el centro de Beirut para descargar su ira contra las autoridades por la devastadora explosión en el puerto de la capital libanesa, que dejó más de 150 muertos y unos 6.000 heridos.
«Venganza, venganza, hasta la caída del régimen», gritaban los manifestantes, algunos de los cuales llevaban horcas, mientras que las fuerzas de seguridad intentaban impedir que algunos grupos avanzaran hacia el Parlamento.
Renuncia de diputados
El jefe de partido Kataeb, Sami Gemayel, anunció su renuncia, al igual que dos otros diputados del histórico partido cristiano, y afirmó que llegó el momento de construir un «nuevo Líbano».
Su decisión sigue la línea de otros dos parlamentarios que renunciaron esta semana, tras la explosión que dejó al menos 154 muertos y 5.000 heridos y alimentó la furia de los libaneses contra una clase política que consideran inepta y corrupta.
«Tus camaradas decidieron renunciar al parlamento», señaló Sami Gemayel (opositor) en un emotivo discurso en el funeral del secretario general del partido, Nazar Najarian, fallecido en la explosión.