El soporte humanitario proporcionado por la Administración Departamental se distribuyó bajo una comisión conformada por Gestión del Riesgo Departamental, Bomberos Voluntarios y el alcalde Jerson Montoya, quienes se desplazaron hasta estas comunidades distantes asentadas en las costas del caudaloso afluente.
Según sus moradores, hace más de 15 años no se presentaba una inundación de tal magnitud, la cual alcanzó hasta un metro dentro de las viviendas. “Hubo pánico porque la creciente la mayoría fue en la noche. Este río no se crece así de forma rápida, se creció de 2 a 5 de la mañana. Por eso no nos dio tiempo de alzar las cosas”, así lo relata don Jorge Eliecer Palacios, presidente de la JAC de La Poyata. Quien además informa sobre la afectación de cultivos, enseres y pérdida de animales.
En esta jornada humanitaria se socorrieron más de 400 campesinos en las tres comunidades señaladas.
Este mismo trabajo continúa hoy martes, en el municipio de la bandola en otras seis veredas afectadas por el desbordamiento de los ríos Cusiana, Unete y Charte, correspondientes a Santa Marta, Las Islas, Mararabe, San Joaquín, Guafal Pintado y La Llanerita.