El Barcelona mantiene su velocidad de crucero en LaLiga Santander y este domingo encadenó su cuarta victoria en la competición con una goleada ante Osasuna (4-0), que sucumbió desde el primer minuto a la exhibición de su rival en el Camp Nou y que apenas se acercó con peligro a la meta defendida por Ter Stegen.
Xavi Hernández explicó en la víspera que marcar pronto resulta fundamental en partidos como el de esta noche, en los que el equipo rival es hábil en el repliegue y te va minando la moral, con el paso de los minutos, si ve que sigue manteniendo su portería a cero.
Dicho y hecho. Esta vez, el Barça, con medio equipo nuevo respecto al que no pudo pasar del empate a cero ante el Galatasaray, resolvió con presteza. Y antes de la media hora ya había anotado tres goles que dejaban sentenciado el duelo.
Los dos primeros, obra de Ferran Torres, quien transformaba un penalti de Nacho Vidal sobre Gavi y, siete minutos después, batía de nuevo a Sergio Herrera colándole el balón por debajo de las piernas tras recibir una asistencia magistral de Dembélé.
El imprevisible extremo francés, esa especie de ‘Dr. Jeckyll y Mr. Hyde’ futbolístico, también regalaría el tercero, esta vez con un centro preciso desde la derecha que Aubameyang cazaba en el primer palo.
Osasuna, habitualmente un visitante incómodo, correoso y al que siempre es complicado buscarle las costuras, parecía un juguete roto en manos del Barça en esa media hora inicial.
Solo a partir del 3-0, el equipo Jagoba Arrasate, que este domingo no pudo contar con el sancionado Chimy Ávila, su jugador más en forma, empezó a oler el balón, pero con posesiones estériles que morían lejos de las inmediaciones de Ter Stegen.
Y es que los azulgranas se aplicaban en la recuperación tras pérdida, para combinar con precisión y toda velocidad, aprovechando los pasillos interiores. Con un fútbol dinámico y coral, el conjunto local completó una decena de remates antes del entretiempo, 24 en total.
Dispuesto a parar la sangría, Arrasate hizo tres cambios al descanso y cambió el sistema para jugar con tres centrales tras dar entrada a Aridane y Unai García. Pero fue un central el equipo rival, Piqué, quien le dio otro susto cuando batió a Herrera, al más puro estilo del ‘9’, antes de que De Burgos Bengoetxea anulara el tanto por fuera de juego.
Poco antes, Aubameyang había rematado rozando el poste izquierdo de la portería visitante. Aún quedaba más de media hora de partido por disputarse y el cuadro navarro seguía sufriendo.
Herrera desvío a córner el cuarto que Dembélé a punto estuvo de marcar en jugada personal, pero a falta de un cuarto de hora, un recién ingresado Riqui Puig no perdonaba el 4-0.
El canterano, que cuenta muy poco para Xavi por la feroz competencia que hay en el centro del campo, disparaba de primeras desde la frontal, Herrera rechazaba el balón y él mismo lo recuperaba para sentar al meta de Osasuna antes de enviar el balón al fondo de la red con una pasmosa parsimonia en la finalización.
Los azulgranas ni siquiera aflojaron en la recta final, cuando Xavi ya había agotado todos los cambios reservando a sus mejores hombres para el partido del próximo jueves en Estambul.
Al contrario, el equipo siguió ahogando la salida de Osasuna y combinaba con constantes desmarques de ruptura en busca del quinto que finalmente no llegó.
Barcelona, que hace pocas semanas peleaba por meterse en los puestos de Champions, mira ahora a la segunda plaza, pues tiene al Sevilla a cinco puntos y con un partido menos. La próxima jornada pondrá a prueba su gran momento de forma visitando el Bernabéu en el Clásico.