El Reino Unido empezó este martes a vacunar a su población contra la covid-19, una alentadora medida que otros países esperan imitar pronto para atajar una pandemia que sigue avanzando en Estados Unidos, donde se confinó a 20 millones de personas en California.
En el Reino Unido, el momento, anhelado e «histórico», se tradujo en una imagen: Margaret Keenan, una anciana de 90 años, sentada en un sillón con el brazo extendido, conversando tranquilamente con una enfermera en un hospital de Coventry, en el centro de Inglaterra.
La mujer fue la primera paciente del mundo en recibir la vacuna de los laboratorios estadounidense Pfizer y alemán BioNTech en el país más enlutado de Europa, con cerca de 61.500 muertos.
«Me siento muy privilegiada por ser la primera persona en ser vacunada contra la covid-19, es el mejor regalo de cumpleaños por anticipado que hubiera podido esperar«, declaró Keenan ante los fotógrafos, una semana antes de celebrar sus 91 años.
El Reino Unido se ha convertido además en el primer país occidental en empezar a vacunar a la población en un momento en que la pandemia ya deja más de 1,5 millones de decesos en todo el mundo y 67 millones de contagios, según las cifras oficiales.
La mujer se había mantenido aislada desde el inicio de la pandemia en marzo y gracias a la vacuna, de la que deberá recibir una segunda dosis en 21 días, «puedo plantearme pasar tiempo con mi familia y mis amigos en el año nuevo», dijo citada por la agencia de noticias británica Press Association.
La casualidad quiso que el segundo vacunado fuera William Shakespeare, un hombre de 81 años que se declaró «encantado».
En esta jornada que el ministro de Salud, Matt Hancock, bautizó como «día V», de vacuna o victoria, el primer ministro no dejó escapar la oportunidad de visitar un hospital en Londres y hablar con los primeros inoculados.
«Es increíble ver salir la vacuna, es increíble ver este tremendo impulso para toda la nación pero no podemos permitirnos relajarnos», declaró. Todavía «no hemos derrotado al virus», subrayó llamando a todo el mundo a aceptar la inyección sin miedo.
La vacunación comenzó solo en hospitales, 50 en total, debido a la necesidad de mantener a muy baja temperatura, entre -70ºC y -80ºC, la vacuna de Pfizer/BioNTech de la que en los últimos días llegaron las primeras 800.000 dosis desde sus laboratorios de fabricación en Bélgica.
El orden de prioridades -que comenzó con residentes y trabajadores de los geriátricos, personal médico y mayores de 80 años– proseguirá en los próximos meses por grupos de edad regresivos hasta los mayores de 50 años.
Las autoridades advirtieron que el grueso se realizará en 2021 y esperan haber vacunado a todas las personas vulnerables hacia abril, aunque esto dependerá del ritmo con el que vayan llegando las siguientes entregas de vacunas.
Será «una carrera de fondo no de velocidad» advirtió el director médico de la sanidad pública británica, Stephen Powis.
El Reino Unido ha comprado 40 millones de dosis a Pfizer/BioNTech, suficientes para 20 millones de personas. Es menos de un tercio de su población (66,5 millones), pero el país cuenta con la próxima autorización de otras vacunas, entre ellas la del estadounidense Moderna y, especialmente, las de los británicos de AstraZeneca/Oxford.
De esta última, las autoridades sanitarias británicas tienen reservadas 100 millones de dosis y, como puede conservarse a una temperatura entre 2ºC y 8ºC, su distribución será más sencilla.
El éxito de la vacunación es crucial para el gobierno de Johnson, muy criticado por sus políticas erráticas contra la pandemia y enfrentado a una posición en sus propias filas conservadoras a las severas restricciones locales que entraron en vigor el 2 de diciembre tras el segundo confinamiento.
Para luchar contra las reticencias de algunos británicos a recibir la inyección, la reina Isabel II, de 94 años, y su marido, el príncipe Felipe, de 99, podrían ser vacunados en público en los próximos días.