La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, pidió este miércoles al Ejército de Liberación Nacional (ELN) que detenga «su campaña de violencia, libere a todas las víctimas secuestradas y cese el reclutamiento de menores», acciones que consideró obstáculos para el cumplimiento completo de los acuerdos de paz.
«Importantes retos y reveses persisten en este proceso», dijo la comisaria en un debate sobre el progreso del acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y la antigua guerrilla de las Farc en noviembre de 2016.
Johansson señaló que la principal preocupación de la Comisión en este proceso es la persistencia de la violencia perpetrada por grupos armados ilegales y organizaciones criminales y lamentó el deterioro de la situación humanitaria de comunidades locales, violencia contra excombatientes comprometidos por la paz, contra líderes sociales, defensores del medio ambiente y los derechos humanos, con particular incidencia en mujeres, indígenas y afrodescendientes.
«Esto ilustra la fragilidad de la paz. La violencia debe terminar», insistió la comisaria sueca, que aplaudió en cualquier caso el «compromiso» que han mostrado el Gobierno y las Farc, que ha dejado las armas.
Bruselas ha transmitido esta preocupación a las autoridades colombianas en varias ocasiones y la comisaria recalcó que la Unión Europea seguirá apoyando el progreso en la implementación del acuerdo de paz y todas las posibilidades de diálogo que pueda abrir.
Este es el más reciente pronunciamiento internacional luego de que el Sistema de Naciones Unidas en Colombia condenara este lunes la violencia ejercida en contra de comunidades, defensoras de derechos humanos, liderazgos sociales y desmovilizados de las Farc, que se han «agravado en las últimas semanas».
Así lo expresaron varios organismos de la ONU en un comunicado conjunto en el que se «rechaza y condena vehementemente la violencia ejercida en contra de comunidades, personas defensoras de derechos humanos, liderazgos sociales y comunitarios, así como excombatientes de las antiguas FARC-EP».
Sobre la ola de violencia, Naciones Unidas dice que ve con «especial preocupación» la problemática que atraviesa el departamento del Cauca, en el suroeste del país.
Allí «se evidencia el deterioro de la situación de derechos humanos y seguridad con desplazamientos forzados y ataques en contra de comunidades y autoridades étnicas, así como afectaciones a la fuerza pública, en hechos ocurridos durante los meses de marzo y abril del año en curso».