Una casanareña adoptada hace 16 años, por una familia francesa está dispuesta a todo por reencontrarse con su familia biológica. La joven de 21 años quiere que su progenitora o parientes cercanos especialmente su abuelo se ponga en contacto con ella para que la conozcan.
De Yadira en Colombia, solo existe una foto y un registro civil de nacimiento. Dieciséis años después de vivir en Francia y de tener una vida normal allí al lado de sus padres adoptivos, anhela conocer a su familia biológica.
No obstante que el 23 de diciembre de 1999 fue declarada en estado de abandono por el Defensor de Familia del ICBF, para la fecha su abuelo optó por entregarla al bienestar familiar ya que su esposa maltrataba a la niña y se desconocía el paradero de la madre. Ella siente que le hace falta algo, una parte de su ser, por lo que quiere buscar a los suyos.
Quiere encontrar a Claudia Lorena Cabezas, como se llama su mamá biológica, no para reprocharle su conducta ni para hacerle reclamos, sino para decirle cuanta falta le ha hecho y darle gracias por haberle dado la vida, también quiere comunicarse con su abuelo de nombre José líber Cabezas Celis. Es posible que él resida en la comuna 3 de Yopal según base de datos que consultó recientemente en internet.
Esta joven profesional, residente en Le Puy-en-Velay poblado francés, situado en el departamento de Alto Loira y en la región de Auvernia. manifiesta no guardar rencores y solo quiere ver a su mama, abrazarla y poderle decir cuanto la quiere.
“No estoy molesta, porque me hayan dado en adopción, lo agradezco, seguramente en ese tiempo no me había podido haber cuidado y las razones que tuvo, no importan, para ella tuvo que ser muy difícil haber dejado a un bebe e irse” agrego Yadira
Pero la historia de Yadira comienza cuando tenía cinco años, fue dado en adopción a una familia francesa. Ellos lo bautizaron Marie. Pero la pequeña niña insistía en Yadira.
Es entonces que Cristine y Jean de la Vega, sus nuevos padres, no tuvieron más opción que ponerle el nombre compuesto (Marie Yadira) y cambiarle solo el apellido (cabezas) por De La Vega Vincent.
Después de varios meses, fue trasladada a Bogotá, con la remota posibilidad de ser adoptada. Estando en el orfanato llego ese día.
Para Yadira, su infancia no solo estuvo marcada de golpes físicos, también emocionales. Relata que un día un hombre se acercó y le dijo: “esta es tu nueva familia”.
“para mí fue difícil, fue un shock, no comprendía que sería adoptada. Todo se dio con rapidez, nunca me habían hablado de una nueva familia” relata con melancolía via Skype desde su lugar de residencia al norte de Francia.
Sus nuevos padres nunca le mintieron. Ella siempre supo que era adoptada y también cuál era su país de origen.
Trataba de adaptarse a su nueva vida, pero volvieron los insultos y los maltratos que pensó dejar en el pasado, la relación con su nueva madre adoptiva fue fatal.
“fui maltratada por mi madre adoptiva, desde el principio no la pasé bien. Creo que ella esperaba una bebe y yo era una niña de 5 años”
Agregó: “En las fotos, siempre salgo con mi padre, nunca tuve madre, recientemente ella me dijo que nunca quiso adoptarme”
Yadira, esta agradecida con la vida, no guarda rencores con nadie. Agradece a sus padres adoptivos pese a las dificultades que ha pasado en su corta vida.
Desea que muy pronto pueda aunque sea hablar con su mamá y si es posible viajar hasta Colombia para encontrarse y darle ese anhelado abrazo que lo ha soñado todas las noches.