Los independentistas catalanes, encabezados por el presidente regional Carles Puigdemont, lanzan este jueves la campaña por el sí en el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre prohibido por la justicia que está tensando sobremanera las relaciones con Madrid, dispuesto a impedirlo a toda costa.
El pistoletazo de salida se dará alrededor de las 20H00 locales en un acto en la antigua plaza de toros de Tarragona, con aforo de 10.000 personas, en el que participarán Puigdemont, su vicepresidente Oriol Junqueras y representantes de los principales partidos y asociaciones independentistas.
A poco de comenzar, reinaba cierta incertidumbre en torno a la reunión. “Se les ha avisado a los organizadores de que no se puede hacer esto”, indicó una fuente de la delegación del gobierno central en Cataluña.
Pero un responsable del Tarraco Arena Plaza, dijo no haber recibido ninguna notificación y aseguró que todo seguía adelante.
Consultada sobre esta cuestión, la vicepresidenta del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría se limitó a decir en el canal Telecinco que “No se puede colaborar y no se puede participar en ese referéndum”.
Voto en Barcelona
Los separatistas disponen de dos semanas para movilizar a los suyos y también a sus críticos recelosos de participar en este escrutinio.
Si lo ganan, prometen declarar una república independiente en esta región de 7,5 millones de habitantes en el noreste de España.
El gobierno de Puigdemont no estableció un mínimo de participación para considerar válido el resultado, pero conseguir una alta movilización es clave para su credibilidad.
La alcaldesa de la más importante ciudad de Cataluña, Barcelona (1,6 millones de habitantes), anunció este jueves que allí se podrá votar, aún sin especificar de qué manera.
“En Barcelona el 1 de octubre se podrá participar sin poner en riesgo institución ni servidores públicos”,escribió en Twitter la alcaldesa izquierdista Ada Colau.
Tarragona, la segunda capital de provincia más poblada de la región, muestra fuerte rechazo al independentismo y está gobernada por un alcalde socialista, Josep Félix Ballesteros, que declinó colaborar en la participación del referéndum.
Los partidos contrarios a la secesión no participarán en la campaña de este escrutinio declarado ilegal por el Tribunal Constitucional y piden a sus electores no ir a votar aunque ello lleve a una victoria abrumadora del sí.
“Esto es un engaño. Ellos quieren hacer un simulacro de referéndum para justificar una declaración de independencia”, asegura Salvador Illa, secretario de organización del Partido Socialista de Cataluña, contrario al voto.
El presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, que acudirá el viernes a Barcelona, también instó a los ciudadanos a quedarse al margen.
“Si a alguien se le cita para acudir a una mesa electoral, que no vaya porque no puede haber referéndum y porque sería un acto absolutamente ilegal”, subrayó.
Más presión
Las instituciones españolas están aumentando la presión día tras día.
La fiscalía general del Estado ordenó el miércoles citar a los más de 700 alcaldes catalanes que quieren cooperar en el referéndum y detenerlos si no se presentan.
Este jueves, fiscales en Cataluña se querellaron contra los cinco miembros de la junta electoral designados por el parlamento regional, dominado por los independentistas, para supervisar el escrutinio.
Las autoridades cerraron un sitio en internet del ejecutivo catalán que publicitaba la consulta y prohibieron toda propaganda sobre “el referéndum ilegal”.
Varios diarios de la región han evitado difundir la campaña institucional del 1 de octubre.
Los independentistas creen que estas acciones judiciales pueden beneficiarles. Ven factible incluso conseguir más votos que los 1,9 millones que obtuvieron en las regionales de 2015, con lo que consiguieron mayoría absoluta en el parlamento.
“La actitud del Estado tan agresiva hace que cualquier demócrata no pueda quedarse indiferente. Si hacen escoger entre la democracia y la policía, la opción está clara”, asegura Ramón Piqué, coordinador de campaña de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), una influyente asociación independentista.
Por: AFP