La Comisión Interamericana de Derechos Humanos rechazó el asesinato de Juliana Giraldo Díaz, quien falleció como consecuencia de un disparo de un integrante de la Tercera División del Ejército Nacional colombiano, en el municipio de Miranda, Cauca.
La CIDH hizo un llamado al Estado para que investigue el caso con diligencia, teniendo en cuenta la identidad y expresión de género de Juliana, mujer trans, y adoptando las medidas de reparación que además signifique que las fuerzas armadas garanticen la protección de los derechos humanos.
Como también lo hizo tras los hechos de violencia en Bogotá y Soacha del pasado 9 de septiembre cuando murieron más de 10 personas por tiros de la policía, la Comisión reiteró en esta oportunidad que el uso de la fuerza por parte de las autoridades policiales debe seguir los principios de legalidad, necesidad, razonabilidad y proporcionalidad, poniendo en el centro la protección de los derechos de todas las personas.
Juliana Giraldo, una mujer transexual de 38 años, recibió este jueves un disparo en la cabeza cuando viajaba en un carro junto con su esposo y otras dos personas en cercanías de un punto llamado Guatemala, en el municipio de Miranda, en el departamento del Cauca.
El Ejército reconoció la muerte de la mujer, que se produce en un momento de alta tensión en Colombia por los abusos y el exceso de violencia de miembros de la Policía en las protestas sociales.
Según el Comando Específico del Cauca del Ejército, la mañana del jueves, cuando soldados del Batallón de Alta Montaña Número 8, José María Vezga, realizaban «labores de control militar de área, una mujer resultó muerta a causa de un disparo por parte de un integrante de la Fuerza».
«Juliana Giraldo Díaz no murió, a Juliana la mataron. La asesinaron a sangre fría y en estado de indefensión«, dijo la Red Comunitaria Trans, una organización defensora de derechos humanos que exigió justicia por su asesinato.
Mientras que el presidente Iván Duque condenó lo ocurrido y lo calificó como un «repudiable hecho», varios sectores le exigieron pronunciamientos contundentes y medidas que ayuden a Colombia a salir de la espiral de violencia que sigue en aumento.