Una buena alimentación es vital para el desarrollo de los niños en los diferentes campos de la vida.
No hay duda de que una de las mayores preocupaciones de los padres es la buena alimentación de sus hijos para su correcto crecimiento. Este aspecto puede ayudarlos a potenciar su desarrollo físico pero también cerebral. Además, podrán tener mayor capacidad de adquirir nuevas habilidades y otras funciones a lo largo de su vida.
Primero hay que hablar de una alimentación balanceada, pues los niños deben consumir cantidades adecuadas de nutrientes, combinándolos adecuadamente. Los carbohidratos pueden abarcar almidones y azúcares, aunque como preferencia las frutas, vegetales y granos integrales.
Por otro lado están las grasas como los aceites vegetales y el pescado. También hay que hablar de las proteínas de origen animal como la res, pollo, lácteos o huevo; o vegetal como el frijol, la lenteja y la soya. Además, debe tener en cuenta el limitar los alimentos ricos en calorías, azucares y grasas, como la comida chatarra.
Como segundo aspecto, hay que hablar de la alimentación rica en micronutrientes, o vitaminas y minerales. Estos permiten también el funcionamiento adecuado del organismo e incluyen las vitaminas A y D, el hierro, el yodo o el zinc como algunas de las más importantes.
En este punto hay que decir que según datos de la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional, la prevalencia de anemia en niños de 0 a 4 años es de 24,7% en promedio, aunque disminuye a 8% en la edad escolar de 5 a 12 años, debido a altas deficiencias en las vitaminas mencionadas en los alimentos que consumen los niños.
Un tercer aspecto a tener en cuenta es el tamaño de las porciones, que en ocasiones pueden tener errores de percepción o subjetividad. A veces los padres o cuidadores creen que los niños no comen lo suficiente, por lo que las cantidades pueden ser muy grandes. Sin embargo, es importante decir que esta decisión debe estar relacionada con la actividad física y necesidades energéticas del menor, respetando además su apetito.
Un cuarto aspecto es la hidratación; el agua es vital. Los niños la deben tener cuando la necesiten y debe estar limpia. Vale la pena decir además que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda evitar las bebidas azucaradas y limitar el consumo de jugos, aun cuando sean de origen natural. Fuera del agua se recomienda el consumo de lácteos debido a su contenido rico en proteínas y calcio, que además pueden estar fortificadas con algunas vitaminas.
Para el doctor Miguel Ángel Guagnelli, endocrinólogo pediatra que ha emitido este ‘ABC’ de la nutrición para niños, el dormir bien es otro aspecto clave a tener en cuenta. Además, informa sobre los posibles dolores a los que hay que estar atento durante el crecimiento de los niños.
«Estos dolores se identifican normalmente como dolores en la rodilla, por debajo de la rodilla o incluso hasta el tobillo (…) suplementar a los niños con vitamina D y con Calcio mejora mucho estos síntomas», indica.
Por otra parte, se ha referido a la poca ingesta de nutrientes, un problema histórico en regiones en desarrollo como América Latina. Por esta razón, destaca los macronutrientes, que se enfocan en brindar «energía a través de los carbohidratos y las proteínas».
«Las proteínas son las encargadas de formar los músculos y la piel. Buena parte de las células están hechas de proteína, por lo cual es muy importante que un niño consuma una cantidad ideal para crecer adecuadamente», agrega.
Sobre los lácteos, el doctor Guagnelli dice que en todo el mundo se ha hecho una promoción activa sobre la importancia de la lactancia materna. «Es recomendable que se prolongue hasta el año», dice.
«Los niños en cualquiera de las etapas necesitan algún aporte de lácteos, por el calcio, por los nutrientes que contiene la leche. Incluso en ciertas edades, conforme pasa el tiempo, más que todo en adolescentes«, añade al referirse a la necesidad de ingesta de los lácteos en las diferentes etapas de la vida.
Sobre el mínimo que se debe tener en cuenta en la nutrición de los niños en la etapa de crecimiento, el doctor Guagnelli, indica, «es recomendable que los niños sigan al pie de la letra las recomendaciones de las asociaciones médicas y de pediatras. Deben consumir cinco porciones de frutas al día, consumir una proteína, principalmente de origen animal: carne, pescado, pollo o cerdo y, también en muchos casos, consumir proteína de origen vegetal como pueden ser las leguminosas, hojas verdes e ingieran una cantidad adecuada de agua«.
Finalmente, indica que «los niños pueden llegar a ser un poco difíciles porque hay un rango muy amplio de gustos y apetitos«, por lo que hay que trabajar con ellos para que se acostumbren a una correcta alimentación y, en algunos casos, tener un plan B pero que reciban los nutrientes que necesitan.