En momentos en los que hay polémica por la situación de los defensores de los derechos humanos en Colombia, la Organización de Naciones Unidas presentó el informe oficial desde Ginebra, Suiza, con una realidad alarmante.
El francés Michel Forst, relator de la ONU, aseguró que “desde 2016 hasta junio de 2019, Colombia fue el país con el mayor número de asesinatos de defensores en América Latina».
Forst identificó tres tendencias principales: el peligroso papel de las empresas en el ámbito de las industrias extractivas que operan en el país, persisten los altos niveles de impunidad por los asesinatos y amenazas a los defensores, lo que perpetúa el ciclo de violencia contra ellos y la constante estigmatización y criminalización de los defensores.
«A pesar de todos estos esfuerzos, la gran mayoría de los defensores en Colombia están en peligro; los riesgos a los que se enfrentan han aumentado en los tres años transcurridos desde la aprobación del Acuerdo de Paz», agregó Forst.
El relato de la ONU también dice que “las personas defensoras carecen de un reconocimiento público y social positivo, a pesar de declaraciones públicas del presidente de la República y otras autoridades reconociendo su importante papel, son criminalizadas por otros actores estatales y no estatales”.
El funcionario también se refirió a elementos positivos, como el plan de acción rotunda en materia de derechos humanos, el funcionamiento de las Mesa por la Protección a la Vida y el papel de la Defensoría del Pueblo.
Texto realizado por Vanesa Peralta / Artículo tomado de RCN RADIO.