Según citó el diario El Confidencial de Nicaragua, un amigo íntimo de Daniel Ortega, el sandinista William Grigsby, conocido también con el propagandista principal del régimen, dijo que el presidente Gustavo Petro estaba pidiendo permisos de pesca para los raizales colombianos en aguas de Nicaragua y liberación de presos políticos en ese país, a cambio de reconocer el fallo de La Haya en el que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) reconoció la soberanía de ese país en el litigio sobre la delimitación de la frontera marítima entre ambas naciones.
El diario cita el programa de radio de Grigsby, «Sin Fronteras», en el que se le escucha contar que «ellos quieren negociar que Nicaragua renuncie a su demanda en La Haya, la de las 200 millas, y que deje que los raizales pesquen sin ningún tipo de control sobre aguas nicaragüenses y que a cambio Colombia deja de pelear».
Prosigue el sandinista diciendo que «utilizan mensajeros, no hablando con nosotros, mirá ve, Nicaragua, yo te voy a reconocer el fallo pero dame a todos los ‘tranqueros’, que es como se refieren a los presos políticos en el país».
Ya la revista Cambio de Colombia había revelado que esta negociación de liberación de presos políticos era una de esas razones humanitarias por las que Colombia había guardado silencio en una sesión de la OEA que condenó la situación de derechos humanos en Nicaragua, pero también, una gestión humanitaria para lograr que los pescadores de San Andrés pudieran trabajar en esas aguas adjudicas por la CIJ a Nicaragua.
Grigsby dijo en su programa de radio también, siendo la primera voz desde Nicaragua que se refiere a la primera negociación que busca el gobierno colombiano con ese país, que la soberanía de Nicaragua no está bajo discusión y que solo cuando Colombia reconozca el fallo, Nicaragua podría suscribir algún acuerdo que de permisos de pesca o que haga que se revise su política interna.