El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó su Índice de Desarrollo Humano (IDH) para el periodo 2023-2024, en el que Colombia experimentó un retroceso, situándose en el puesto 91 a nivel mundial, después de haber estado en la posición 88. El IDH es una herramienta crítica que mide el progreso de las naciones en salud, educación y nivel de vida, que a menudo se toma como indicador de desarrollo de los países detrás del PIB.
El índice destaca cómo la pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en las dinámicas económicas y sociales, afectando particularmente a Colombia y a la región de América Latina. El país logró una puntuación de 0,758, apenas un incremento sobre los 0,752 del año anterior, pero esto no fue suficiente para evitar el descenso en el ranking global.
Colombia, reveló el informe, tiene un promedio de vida de 73,66 (años), una expectativa de escolaridad de 14,44 (años), un promedio de escolaridad de 8,86 (años) y un ingreso nacional bruto per cápita de 15.013 dólares.
Este retroceso refleja las complejas condiciones que enfrenta Colombia, incluidas las enfermedades crónicas, el aumento de trastornos mentales, la violencia contra las mujeres y las secuelas dejadas por la pandemia, las cuales han reducido la esperanza de vida y, por ende, el desarrollo humano.
El informe del PNUD también señala una preocupación global: por primera vez en la historia, el IDH mundial disminuyó durante dos años consecutivos (2020 y 2021), aunque se prevé una recuperación para 2023, superando los niveles previos a la pandemia. Sin embargo, esta recuperación no es uniforme, con una brecha creciente de desigualdad entre los países con alto y bajo índice de desarrollo humano.
Los diez países mejor posicionados en el ranking son Suiza, Noruega, Islandia, Hong Kong, Dinamarca, Suecia, Alemania, Irlanda. Singapur y Australia.
Achim Steiner, administrador del PNUD, enfatiza la necesidad de aprovechar nuestra interconexión global y capacidades para enfrentar retos compartidos, subrayando que la mitad de los países menos adelantados aún no se han recuperado del todo, en contraste con la recuperación total de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El informe también advierte sobre el aumento de la polarización y su potencial efecto en los desafíos globales, incluyendo la democracia, con una creciente sensación de impotencia entre las poblaciones sobre el control de sus vidas. La brecha de desigualdad entre países de alto y bajo desarrollo humano se amplía, lo que sugiere que las capacidades colectivas son más críticas que nunca para abordar estas disparidades.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely