Las personas en Colombia son pobres de tiempo y quienes trabajan pueden tener una probabilidad de hasta siete veces mayor de afrontar esta situación.
A través de un software estadístico se calculó la probabilidad de pobreza de tiempo para diferentes perfiles, encontrando que las mujeres tienen un 50% de mayor riesgo que los hombres.
El estudio estipula que la población de 10 años o más gasta en promedio 19 horas y 35 minutos en actividades como aseo personal, dormir, comer, transportarse, trabajar o estudiar, asear la casa, sacar la mascota a pasear, cuidar niños o mayores y cocinar, entre otras.
De esta manera a los colombianos les quedan libres, en promedio, cuatro horas y 25 minutos. El umbral de la pobreza de tiempo se calcula con base en el 60 % de ese valor, lo que da como resultado dos horas y 39 minutos. Las personas que disponen de menos son las que sufren la problemática.
Para llegar a estos resultados se procesaron los datos de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2012-2013, del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Se tomaronlas casi 560 variables de estudio y se agruparon en cuatro categorías. La muestra inicial de 123.316 personas se proyectó estadísticamente a 37,2 millones de personas de 10 años o más.
Una mujer soltera de 27 años, con dos hijos, un trabajo en el que gana un millón de pesos y un nivel educativo de bachillerato tiene una probabilidad del 70,1%, mientras que en un hombre pensionado con nivel universitario, que vive con su esposa, tiene un 6,7 %.
El estudio elaborado por María Fernanda Ramírez Soler, magíster en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, determina que, en promedio, el 30,2 % de los hombres sufre este problema el cual aplica para el 30,5 % de las mujeres, el 49 % de los trabajadores y el 42,9 % de los adultos entre 31 y 40 años.
Si se mide por nivel educativo, la población con menos tiempo libre es la que tiene un posgrado incompleto (49,7 %), seguida de los técnicos y tecnólogos (42 %).
De igual manera, el 49,5 % de las familias compuestas por un padre y dos hijos dispone de menos horas libres que las otras.
“Los efectos son múltiples, entre ellos se encuentran las limitaciones al desarrollo personal debido a la falta de tiempo para realizar actividades que mejoren el bienestar y la calidad de vida como ejercitarse o socializar”, concluye la magíster Ramírez.
Además, si esta situación no se maneja adecuadamente podría generar estrés, enfermedades cardiacas, gástricas y nerviosas.
Por el contrario, quienes tienen más tiempo son los que buscan trabajo, los jóvenes entre 10 y 20 años, los mayores de 60 años, los adultos que viven solos y las personas en situación de discapacidad.
No obstante, disponer de mucho tiempo tampoco es bueno para la salud. Por tal motivo hacen falta políticas públicas que aborden el tema, lo consideren a fondo, eduquen e implementen soluciones como la creación de más jardines infantiles públicos o el fomento de prácticas laborales como el teletrabajo, señala la investigadora.