En Comité Territorial de Justicia Transicional del municipio de Hato Corozal (Casanare), la Unidad para las Víctimas socializó la Ruta de Reparación Colectiva para el corregimiento La Chapa.
Según el director territorial de la Unidad en el Meta y los Llanos Orientales, Carlos Pardo Alezones, “la ruta de reparación colectiva es el camino para sanar las heridas y reconstruir una vida en comunidad, productiva y armónica, de la mano de las víctimas y con un Estado en el que se puede confiar”.
El proceso de reparación colectiva de La Chapa empieza a cursar la tercera de cinco fases, denominada diagnóstico del daño, en la que se pretende medir el impacto negativo que tuvo el conflicto armado sobre los atributos que definen al sujeto colectivo.
En esta fase se aplicarán herramientas psicosociales que buscan el fortalecimiento de las relaciones de confianza y la convivencia de los sujetos colectivos víctimas del conflicto armado, y a la par se realizará el diagnóstico social y comunitario, que permitirá establecer medidas de satisfacción, restitución y garantías de no repetición.
“Vamos a promover escenarios para la elaboración de duelos colectivos, como expresión del sufrimiento de estas víctimas; para las prácticas sociales y deportivas, con el fin de recuperar la convivencia; la transformación de escenarios para facilitar y apoyar acciones de memoria, y la reflexión en torno a la violación de los derechos humanos”, explicó Pardo Alezones.
Con ese fin se ha previsto un primer acercamiento con la comunidad en el próximo mes de octubre, sin embargo, la fecha está sujeta a modificación por las restricciones que se puedan generar en atención a la pandemia de covid-19.
En la misma jornada, el comité aprobó los planes de trabajo, de contingencia, y de prevención, protección y garantías de no repetición del municipio de Hato Corozal.
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