Les ayuda a mantener una rutina. Por ese mismo estado de decaimiento mental, a algunas personas mayores les empieza a dar flojera salir de la cama, bañarse, hacer su sana caminata diaria, etc. El tener una mascota les da una serie de tareas y responsabilidades que les invita a mantenerse activos tanto física como mentalmente.
Les anima a ser más sociables. Si la persona mayor puede ir a un parque cercano, la mascota le invita a salir de su casa y a interactuar con otras personas y hablar de otros temas.
Les mantiene activos. El ejercicio moderado es muy importante para los adultos mayores: para el corazón, la tensión arterial, su circulación, liberar estrés, etc. El tener una mascota les obliga al movimiento y eso les puede traer grandes beneficios.
Es necesario valorar también otros aspectos
Lesiones. Si bien es cierto que las mascotas mantienen activos a las personas mayores, es importante tener en cuenta el estado de salud del dueño a la hora de escoger un tipo de animal. Por ejemplo, si están valorando tener un perro, hay que tener en cuenta su tamaño, porque uno muy grande podría tumbar a su dueño sin querer y ocasionarle fracturas.
Si la persona no tiene mucha movilidad, tal vez convendría escoger un gato pues es un animal menos demandante que el perro, por ejemplo. Hay algunos que optan por tener un pez pequeño en una pecera pequeña para no tener que estar todo el día pendiente del mantenimiento de una más grande.
Antes de tomar la decisión, tal vez convendría incluso consultarla a su médico de cabecera.
El costo. Mantener una mascota puede ser costoso: su comida, el veterinario, etc. Es importante que se analice el factor monetario para que no se convierta en una preocupación más.
Las enfermedades. Los animales pueden transmitir enfermedades (bacterias, virus, hongos, parásitos, etc). Por ello es importante analizar bien los riesgos con el médico pues las personas mayores son más vulnerables que el resto de la población adulta al tener un sistema inmunológico más sensible. Por ello, una vez decididos a tener un animal de compañía en casa, es crucial revisarlos y comprobar que tienen todas las vacunas, entre otras cuestiones.
Los improvistos. La edad dorada está llena de sorpresas. Debes considerar que a veces el adulto mayor debe ser hospitalizado, ir a un centro de rehabilitación o, en el peor de los casos, fallecer antes que su mascota. ¿Qué harás con el animal si esto sucede? ¿Quién se hará cargo de él en esos momentos?
En conclusión, son muchos los beneficios que una mascota puede traer a una persona mayor, pero como en otros aspectos de la vida, en este también se deben de tomar algunas precauciones. Si estás pensando en regalar a tus padres o abuelos una mascota y tienes ciertas dudas, tal vez puedes probar si se desenvuelve bien con un animal que ya conoces, tuyo o de un amigo.
Lo más importante es encontrar la pareja perfecta. Una mascota también demanda tiempo y energía, pero ciertamente puede ser lo que ambos necesitan: cariño y cuidado mutuo.