Este lunes se realizó el último debate para la ratificación del Acuerdo de Escazú en la plenaria de la Cámara de Representantes. Sin embargo, más de estar hablando de la importancia del acuerdo internacional, hay una gran controversia, e incluso burlas, por la denuncia que hicieron algunos congresistas sobre brujería en el Congreso de la República.
En el recinto algunos parlamentarios ubicaron algunas velas, mantas e incluso un peluche de un Frailejón Ernesto Pérez, lo cual para congresistas como Miguel Polo Polo y Óscar Villamizar es un altar de «brujería».
«¡Esto es el colmo! Con brujería quieren aprobar proyecto en el Congreso de la República. ¿Hasta dónde son capaces de llegar?», escribió Villamizar, representante a la Cámara por Santander.
Por su parte, Polo Polo fue más lejos y pidió al presidente de la Cámara sanciones por llevar este frailejón de peluche: «En debate del acuerdo de Escazú, miembros de las barras haciendo rituales de brujería en pleno congreso ¡Es una falta de respeto con! David Racero tome acciones y haga respetar este recinto», escribió.
Si bien los congresistas hicieron su denuncia con bastante seriedad y preocupación, en redes se han burlado por considerar que es impensable que estén haciendo brujería con unas velas y un peluche de Frailejón Ernesto Pérez.
¿Qué es el acuerdo Escazú?
Este acuerdo busca regular la participación ciudadana en asuntos ambientales y ante este panorama, la sociedad civil, asociaciones, líderes y activistas por el medioambiente, políticos y otras organizaciones han realizado sus pronunciamientos al respecto.
Para conocer y entender de qué trata este acuerdo Beatriz Ortiz, directora del Observatorio de Economía Circular de Unisalle explica, “esta es una herramienta internacional que busca mejorar la participación ciudadana en temas ambientales y en la protección de los derechos de quienes son líderes en el tema”.
Dentro de los objetivos de este acuerdo se busca el acceso a la información ambiental de manera transparente, así como su forma de generación y divulgación. También contempla el acceso a la justicia en asuntos ambientales y la garantía de los derechos de las personas que apoyan dichos temas.
Para la docente Ortiz, este proyecto de ley es importante para el país dada la pertinencia en el reconocimiento de las herramientas de participación debido a que entre más se garantice una mayor oportunidad de intervención segura y efectiva de los ciudadanos en temas ambientales, se puede generar un buen desarrollo económico con foco en la economía circular lo cual permitirá desmitificar y dejar de lado la estigmatización de quienes se vinculan a los temas medioambientales en el país.