El arbitraje colombiano se ha visto involucrado en recientes polémicas no solo a nivel local, si no que también en el ámbito internacional, en donde las decisiones de los referís del país han perjudicado o beneficiado a algunos equipos y han tenido injerencia en los resultados.
Un claro ejemplo fue el hecho que se registró en la noche el martes 13 de julio cuando el juez Andrés Rojas anuló una anotación que logró Boca Juniors en el partido ante Atlético Mineiro por los octavos de final de la Copa Conmebol Libertadores.
A pesar de que Rojas actuó tras recibir una advertencia del VAR, fue él quien tomó la decisión final.
Dicha determinación generó que la Comisión Arbitral de la Conmebol lo suspendiera de su actividad internacional de manera indefinida.
La sanción a Rojas se convierte en la tercera que sufre un árbitro colombiano en un mes ya que el pasado 4 de julio, la misma Comisión Arbitral de la Conmebol suspendió indefinidamente a Nicolás Gallo y Miguel Roldán.
Gallo y Roldán fueron sancionados por cometer un «error grave» en el partido entre Uruguay y Paraguay por las Eliminatoria al Mundial de Catar 2022. Los referís se desempeñaban en el VAR y como asistente de línea y de forma equivocada pitaron un fuera lugar en una acción que terminó en gol del seleccionado charrúa.
«Las actuaciones del Sr. Nicolás Gallo, árbitro VAR y el Sr. Miguel Roldán, árbitro asistente, designados para el partido (Uruguay Vs. Paraguay) han sido analizadas técnicamente por esta Comisión, concluyendo que los mismos han incurrido en errores graves y manifiestos en el ejercicio de sus funciones en el desarrollo del partido mencionado precedentemente».