Jack Sepple y Ashley Wadsworth se conocieron por redes sociales porque la distancia les impedía tener contacto físico, pero luego de chatear por varios años, ella decidió abandonar su país de origen (Canadá) para hacer una vida junto a él en Reino Unido.
La historia de Ashley Wadsworth ha consternado el mundo porque fue asesinada de manera cruel por el hombre que conoció de manera virtual, desde los 12 años y que luego de una temporada viviendo juntos acabó con su vida con frialdad y sevicia.
La familia de la joven describió que ella era una aventurera, apasionada por el deporte llena de energía y desde muy pequeña montaba caballo, esquiaba y navegaba. Era muy social y por eso conoció a un amigo cerca a su lugar de residencia en la provincia de Columbia Británica, esta persona le presentó de manera virtual a un niño inglés, Jack Sepple.
Desde ese entonces, Jack Sepple y Ashley Wadsworth comenzaron a chatear por Facebook durante 7 años, la madre de la víctima le contó a BBC Mundo que al inicio «no era una relación, iban y venían, hablaban un poco, a medida que fueron creciendo él salía con gente y dejaban de hablar y así».
Pero a pesar de esas idas y venidas en la relación del adolescente, para la familia canadiense era habitual verlos hablar en la sal de estar de la casa por FaceTime, de hecho, la señora Gendron saludaba al extranjero.
Cuando la joven cumplió 18 años le contó a su madre que quería irse a vivir con su “amigo virtual” a Reino Unido en un apartamento de una habitación; la decisión era muy arriesgada, pero según la madre de Ashley no había nada que la detuviera.
Por esto, la señora Gendron dijo que “a todos los chicos que Ashley conocía siempre los comparaba con él, siempre con Jack”. Y por eso, ella pensó que “lo peor que podría pasar es que se fuera, que no funcionara y que luego volviera a casa, nunca se cruzó por mi mente el asesinato”.
Y así fue, la canadiense voló a donde estaba el supuesto amor de su vida en noviembre, pero tras la convivencia que mantuvieron se dio cuenta que no quería estar con él, y así se lo hizo saber a su familia e incluso la iglesia mormona a la que ella pertenecía en Reino Unido, por eso reservó un vuelo para devolverse a su país el 3 de febrero.
Pero lo peor estaba por venir y a pesar de que Ashley mostró preocupación por el comportamiento de Sepple pero nadie pudo ayudarla, pues el hombre de 23 años tomó represalias contra ella dos días antes del viaje.
Entre tanto, se conoció que las causas del asesinato fueron porque el compañero sentimental de la joven se enteró que ella se quería devolver a Canadá. Por eso, el 1 de febrero un vecino de la residencia donde vivía la pareja escuchó que ella gritó, luego él fue a ver qué había pasado y ella le contó que su novio le había pegado y además lanzó su mascota que compartían, un gato contra la pared.
Pero lo que detonó la discusión entre los jóvenes fue que Sepple se dio cuenta que su pareja estaba viendo en su celular fotos de una mujer desnuda, por eso le destrozó su aparato móvil, la juzgó por según él ser lesbiana y la golpeó.
Por lo anterior, la muchacha le contó a su vecino que pensaba que la próxima vez, él la iba a matar. El acto siguiente del allegado de la canadiense fue hablar con Sepple quien se disculpó por lo que hizo y ya cuando el intermediario vio que estaban en paz se fue a una cita.
Ese día sobre las 12 del medio día, la mujer le escribió nerviosa a sus amigos de la iglesia para decirles que necesitaba ayuda, ellos le contestaron, pero ella no volvió a escribirles, horas después Sepple les respondió que todo estaba bien, pero los conocidos de la mujer fueron a visitarla para cerciorar que era cierto, pero nadie abrió la puerta.
Por esto, las personas que llegaron a la morada de la pareja decidieron llamar a la policía que llegó a las 4:00 de la tarde de ese 1 de noviembre, al interior de la habitación encontraron el cadáver de Ashley sobre la cama que compartían luego de que Sepple la estrangulara y la apuñalara con sevicia.
El homicida estaba en una llamada con su hermana cuando llegaron los agentes que lo arrestaron y luego fue condenado a cadena perpetua con una pena mínima de 23 años y seis meses.
Así se conoció además que este ‘tipo’ tenía un prontuario criminal desde el 2014 donde lo habían denunciado por acoso online, agresiones y desacató a órdenes de alejamiento.
Por lo anterior, los padres de la fallecida dieron un contundente mensaje, “si en tu interior sabes que tu hermana, tu amiga, tu tía, tu madre o tu hija está en una situación o una relación como esa, definitivamente, llama a la policía e interviene, involúcrate».