En lo corrido del 2020, la mala calidad del aire habría producido 3.900 muertes en Bogotá, según cálculos estimados por la ONG ambiental, Greenpeace.
Explica la ONG que los datos fueron calculados por la herramienta Cost Counter de Greenpeace, que a su vez, se basa en la información que emite el Producto Interno Bruto y dos de los agentes más contaminantes en la atmósfera: PM2.5 y NO2 (dióxido de azufre).
Para Céspedes, «las cifras son alarmantes: la polución atmosférica le ha costado a la ciudad aproximadamente mil trescientos millones de dólares, es decir, más de 4 billones de pesos colombianos, y fue responsable de la pérdida estimada de 3.900 vidas en lo que va del año».
«¿Cuánto más vamos a esperar para dejar atrás hábitos que provocan gastos millonarios, enfermedades y muertes evitables? Necesitamos una Bogotá comprometida a disminuir su huella ambiental, más amigable para los peatones, y con ciclovías seguras y mejor señalizadas”, cuestionó la integrante de la ONG.
Por estas razones, Greenpeace instó a las autoridades de la capital del país a declarar la emergencia climática: «al hacerlo, Bogotá se compromete a adoptar medidas urgentes para sustituir el uso de combustibles fósiles en los sistemas de la ciudad, con el fin de disminuir en un 50% las emisiones de gases efecto invernadero para 2030».
Y añadió que, «está demostrado que la contaminación del aire puede afectar de manera grave a la salud de los ciudadanos y que el sector del transporte es el contribuyente de más rápido crecimiento a la emergencia climática a nivel global. Bogotá necesita una movilidad rápida, sostenible y cómoda, y medidas permanentes para la disminución de las emisiones generadas por el parque automotor”.
Fuente: Sistema Integrado de Información.